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-¿De dónde sacaste este reloj? -volvió a preguntar el líder.
-¿Quieres respuesta?, ¿Quieres algo más?, lo tendrás cuando bajen las armas.
Cameron sostenía su arco, mientras apuntaba, no estaba segura de a qué exactamente, pero le gustaba pretender que sabía lo que hacía.
A su lado estaba Carl, con su arma en alto también, Daryl, Merle y Michonne estaban junto a ellos, haciendo un medio círculo que rodeaba a Rick, quien le apuntaba a Alex con su arma.
La niña no entendía bien lo que pasaba, en un momento estaba a punto de comer y al otro ya todos tenían sus armas en alto, Rick le gritaba a Alex por un reloj, que parecía el que Hershel le había dado a Glenn hace algunos meses.
-Veo a un hombre en la azotea con un francotirador, pero ¿tiene buena puntería? -volvió a hablar Rick, sin soltar al nervioso Alex. -¿De dónde sacaste el reloj?
Cameron rodó los ojos con cansancio.
-Carl, cúbreme. -susurró, dándose la vuelta, apuntando con el arco al hombre que Rick sostenía, sintió al niño pegar la espalda con la suya, mientras le apuntaba a la demás gente de Términus.
-¡Baja el arma! -gritó Alex, viendo al hombre de la azotea. -Yo me encargo... Les conviene escucharme, somos muchos.
-¿De dónde sacaron el reloj? -insistió Rick.
-Se lo quité a un muerto, no creí que fuera a necesitarlo...
-¿Qué me dices del equipo de motines? -preguntó Rick, viendo a las personas de Términus. -¿El poncho?
Cameron ni siquiera lo había notado hasta ese momento. Ahora sostenía el arco con más fuerza.
-El equipo era de un policía muerto. -se escuchó la voz de Gareth, detrás de ellos, Rick se volteó para verlo. -El poncho estaba tendido en una soga.
Rick habló un poco con Gareth, y de un momento a otro, le disparó a Alex.
Ahora todo el lugar eran sólo disparos.
Los seis empezaron a correr.
Entraban en callejones, pero siempre el francotirador del techo empezaba a disparar frente a ellos, haciéndolos tener que escoger otro camino.
Llegaron a un callejón, donde había varios vagones de tren, se podían escuchar gritos desde dentro, pidiendo ayuda, pero ellos solo siguieron corriendo.
Hasta que entraron a otra habitación.
El lugar estaba lleno de velas por todos lados, y tenía cosas escritas en las paredes y nombres en el suelo.
"Nunca más. Nunca confiar. Nosotros primero. Siempre."
