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Una fuerte explosión había sonado en la prisión.
Cameron y Carl, que estaban juntos en la celda de la niña leyendo comics, salieron rápido, con sus armas en mano.
Al salir, ya los demás estaban ahí, Rick, los hermanos Dixon, Tyresee, las hermanas Greene, Bob y Sasha.
Los niños se acercaron a ellos.
Todos veían a lo lejos, afuera de la prisión, donde varios autos, y un bastante impresionante tanque, se podían ver, junto a un grupo de personas con armas se podían ver.
Y, sobre el tanque, se veía al Gobernador.
-Ven aquí, Rick. Vamos a hablar. -se escuchó la voz del Gobernador, a lo lejos.
Cameron se acercó a Merle, aferrándose a su brazo, el hombre mantenía su cabeza en alto.
- ¡No depende de mí! -Habló Rick. - ¡Ahora hay un consejo!, ellos dirigen este lugar.
- ¿Hershel es parte de ese consejo? -respondió el hombre de inmediato, haciéndole una señal a una mujer de su gente, quien caminó hacia uno de los autos, sacando al señor de este.
La niña sintió sus ojos algo llorosos.
- ¿Qué hay de Michonne? -volvió a hablar el hombre, sacándola del auto también. A ambos los pusieron de rodillas. - ¿Ellos están en el consejo?
Rick tardó un poco en hablar, pero finalmente lo hizo.
- ¡Yo ya no tomo las decisiones!
-Hoy lo harás, Rick. Hoy tomarás todas las decisiones. Ven aquí, vamos a hablar. -repitió.
Rick volteó a ver a los Dixon, como pidiendo su aprobación, ellos sólo asintieron.
Luego miró a su hijo, quien le sonreía ligeramente, intentando tranquilizarlo, pues se notaba a Rick nervioso.
Rick abrió un poco el portón, empezando a caminar por el patio de la prisión, para acercarse al otro grupo.
-Hay que subir a las personas a los autobuses. -Habló Cameron, en voz baja, viendo a los demás.
Daryl iba por las armas, entregándole una a cada uno.
- ¿Cuántas provisiones quedan? -Habló Merle.
-La última vez que salimos no teníamos mucho, ahora menos. -comentó Sasha, sin dejar de ver al Gobernador.
