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-Y aún peor. Que uno de esos terroristas está entre nosotros.
Cameron escuchaba las voces, oía ruidos, pero no veía nada.
Sentía como tenía una venda en los ojos, y algo que se sentía como una bolsa en su cabeza.
Se sentía mareada, desorientada, no entendía qué estaba pasando.
-¡Merle!, mi hombre de confianza. ¡Los guió aquí!, los dejó entrar. Fuiste tú. Nos mentiste y traicionaste a todos.
El cuerpo de Cameron temblaba ligeramente, mientras intentaba quitarse las cuerdas que mantenían sus manos atadas a su espalda.
El hecho de escuchar como hablaban de su hermano sin poder ver qué hacían le daba ansiedad, le causaba terror.
-Este es uno de los terroristas... ¡El propio hermano de Merle!
-Daryl idiota. -susurró la niña, antes de sentir como la empezaban a empujar.
-¿Qué hay que hacer con ellos?
Muchas voces, más de las que la niña esperaba, empezaron a gritar.
Tal vez fueron los "Mátenlos" o los "Quémenlos" que hizo que los ojos de la niña comenzaran a llenarse de lágrimas, pues ella sabía que se lo decían a sus hermanos.
-Y lo peor de todo. Estos terroristas forzaron a una niña a seguir sus actos vandálicos...
Finalmente, la bolsa que cubría la cabeza de la niña fue retirada.
La menor de los Dixon mantuvo sus ojos cerrados unos segundos, pues había luces fuertes en el lugar, que alumbraban la noche.
Cuando al fin logró acostumbrarse a la luz, vio alrededor.
Estaban en un tipo de arena, como un pequeño estadio, donde la gente del pueblo los rodeaba.
Un hombre, con una venda en uno de sus ojos, estaba junto a sus hermanos, quienes solo la miraban.
El hombre con parche en el ojo, quien Cameron rápidamente identificó como el Gobernador, se acercó a Merle.
-Querías a tus hermanos... Te los traje.
La gente seguía gritando, Cameron veía alrededor, desorientada, sintiéndose, por primera vez, indefensa, aún con sus hermanos ahí.
La voz de una mujer se escuchó, mientras intentaba hablar con el hombre, al voltear, Andrea estaba ahí.
Cameron maldijo en voz baja. Claro que Andrea era parte de eso.
-Te pregunté dónde estaba tu lealtad. -volvió a hablar el Gobernador, señalando a Merle. -Me dijiste que aquí. Así que lo probarás.
La niña vio como un hombre se acercaba a Daryl, liberando sus manos de las cuerdas.
-Nos mostrarás a todos ahora. Hermano contra hermano, el que gane queda libre y puede llevarse a la niña. ¡Duelo a muerte! -El grito del Gobernador rápidamente fue seguido de los gritos de apoyo del pueblo, como si fuera su espectáculo de entrenamiento.
La gente gritaba el nombre de su hermano mayor, como si fuera el mejor gladiador de todos los tiempos.
Merle apartó la mirada de su hermanita, para ver a los demás, alzando su mano, y lo que sea que tuviera en donde solía estar su otra mano.
-¡Todos me conocen! -aclamó. -Y haré lo que sea necesario para probar mi lealtad...
Y golpeó a Daryl.
Ambos hombres estaban en el suelo peleando, mientras los hombres del Gobernador sostenían unos caminantes que los rodeaban.
Los gritos y lloriqueos de su hermana eran cada vez más fuerte, al verlos golpearse.
Ahora Merle estaba sobre Daryl, mientras el menor intentaba quitárselo de encima, ahorcándolo.
-¿En serio crees que este imbécil te dejará libre? -Hablaba el arquero con dificultad. -¿Crees que si me matas frente a Cam ella se irá contigo?
-Sígueme el juego, hermanito. Nos largaremos de aquí, ahora mismo.
Y ambos se levantaron del suelo.
Se pusieron espalda con espalda, viendo a los caminantes que los rodeaban.
Al no tener armas, empezaron a golpearlos con sus propias manos, alejándolos de ellos, tirándolos hacia las personas que estaban en la arena.
Hasta que disparos empezaron a oírse, y los caminantes, junto a algunas personas, empezaban a caer al suelo.
El hombre que había estado sosteniendo a la pequeña Cameron también cayó, al tiempo que el humo empezaba a llenar el lugar.
Rick y Maggie habían vuelto por ellos.
Daryl le quitó la ballesta y el arco al hombre que las tenía, Merle golpeó al hombre para que no los siguiera, dejándolo en el suelo.
Ambos fueron por Cameron.
Merle le quitó las cuerdas de las muñecas con rapidez, para luego alzarla, y así poder ir corriendo más rápido.
Los tres hermanos Dixon, junto a Rick y Maggie, corrían por las calles de Woodbury, buscando cómo salir.
-Todos deben estar en la arena. -avisó el mayor. -Por aquí. -señaló, pero Rick lo detuvo.
-Tú no irás a ningún lado con nosotros.
-¿En verdad discutirán esto ahora? -regañó la niña, mientras se bajaba de los brazos de su hermano.
Merle se acercó a una pared, que eran sólo latas de zinc, hasta romperla, saliendo, seguido de los demás.
Cuando Cameron salió, vio al mayor golpeando a un caminante en el suelo.
-¿Necesitas una mano? -bromeó la niña, recibiendo una mala mirada de su hermano. La menor tomó su arco y flechas, matando a uno de los caminantes que se acercaban.
Maggie empezó a disparar a los caminantes, pero Merle la detuvo.
-No hay tiempo para esto. -aseguró, empezando a correr, sus dos hermanos detrás de él, y luego Rick y Maggie.
Al menos habían salido.
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