Redención ~ Percy Weasley ~

9. Confiar

Ninguno de los personajes me pertenecen (excepto algunos de mi invención como Audrey, Froda y otros que irán apareciendo), historia basada en las novelas de J. K. ROWLING
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Audrey no se encontraba bien, se sentía mal por lo que había pasado la semana pasada y, a pesar de que el señor Weasley se encontrará fuera de peligro y ya con su familia, Audrey seguía pensando que era ella quien tendría que estar en su lugar. No ayudaba que Fleur siguiera en Francia, aunque según sus cálculos está tenía que regresar pronto. Tampoco Henry se había aparecido por ningún lado (Audrey agradecía esto, no quería tener que agregar otro problema), y por supuesto Percy seguía sin dirigirle la palabra. Definitivamente iba a empezar un nuevo año muy triste y en soledad.

-Bien Audrey ya vámonos a comer, no quiero escuchar otro no, te ves incluso más delgada que de costumbre- un preocupado Hugo interrumpió su sesión de autoconmiseración. Audrey había rechazado ir a comer con él los días anteriores, simplemente porque no quería hablar con nadie, o explicar su actual estado de descuido. Pero Hugo llevaba todo el día insistiendo que no encontraba otra excusa para darle.

-Está bien Hugo, solo deja tomo mi suéter- se colgó su bolsa, amarró su suéter a su delgada cintura y se dispuso a caminar junto a Hugo hasta la salida del ministerio.

Ambos llegaron al mismo restaurant al que siempre iban y Audrey se sorprendió de no ver a los amigos de Hugo rondando por ahí, últimamente no les prestaba mucha atención.

-¿Me dirás qué te sucede?- Hugo intentó iniciar la conversación. Audrey solo revolvió la comida en su plato y negó con la cabeza.

-Es por Henry ¿cierto?- aventuró él- mira la verdad por lo que me has dicho y por lo que se sabe de tu novio, tal vez estas mejor sola- dijo él mientras le quitaba un trozo de carne de su plato, al final de cuentas estaba mal desperdiciar la comida y por lo visto Audrey no iba a comer.

-¿qué es lo que se sabe de él?- le preguntó ella con curiosidad. El se atragantó con la carne, durante los últimos días ella había decidido no hacer caso a nada de lo que él dijera y justo en ese momento tuvo que poner atención a la conversación.

-Bueno, a mi no me consta, pero algunas personas, que lo conocen, saben que le gusta estar con algunas chicas, no son muchas, pero aún así- le contestó él, a cada palabra su tono de voz iba disminuyendo hasta acabar con un susurro avergonzado. Audrey lo sabía, aunque quería confirmarlo, pues en verdad veía que la relación llegaba a su fin, solo que no había visto a Henry desde hacia algunas semanas y no se sentía con ánimos de buscarlo para aclararlo.

-Tienes razón, creo que estoy mejor sola- dijo ella lentamente analizando sus palabras- aunque yo ya sabía lo de Henry, me alegro que me lo hayas dicho- y por primera vez en días Hugo la vio sonreír. Pero sabía que algo la seguía haciendo sentir mal, y él tenía una sospecha de que era algo relacionado con cierto pelirrojo pedante.

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Los días de Percy no iban mucho mejor, y menos recordando que no había recibido su Jersey tejido a mano por su madre, o alguna carta, y él tenía toda la culpa, seguía con las instrucciones de restringir todo correo proveniente de algún Weasley. Ya estaba empezando enero y hasta el momento lo único que tenía de información para Dumbledore eran los decretos de Umbridge, los cuales él le mandaba de manera anticipada, incluso antes de que estos fueran aprobados por el ministro. Percy como su asistente tenía que recibirlos y volver a redactarlos para que fueran firmados por Cornelius, aunque este último le había dicho que no había necesidad de revisarlos ya que confiaba plenamente en Dolores, así que Percy aprovechaba el tiempo libre para mandar esa información, esperando que fuera de ayuda para Dumbledore.