27. Hubiera, excusa del que se arrepiente

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Ninguno de los personajes me pertenecen (excepto algunos de mi invención como Audrey, Froda y otros que irán apareciendo), historia basada en las novelas de J. K. ROWLING
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Aún después de cerrar la puerta y escuchar cómo los pasos de Audrey iban alejándose hasta dejarlo en completo silencio y oscuridad, Percy seguía sin moverse de su lugar. Todavía sentía el calor de la pequeña y suave mano de Audrey en su propia mano. En su mente se repetía que este era el último contacto que tendría con la chica y no estaba dispuesto a dejarlo ir tan rápido. Lloró y se maldijo durante toda la noche, se maldijo por no haber sido lo suficientemente inteligente cuando su familia le había pedido que se quedara con ellos hacia casi tres años. Si lo hubiera hecho, él sería parte de la Orden, de una manera menos "secreta", tendría algún trabajo menor en el Ministerio, pero estaría junto a ellos.

Estaba seguro que de alguna u otra forma habría conocido a Audrey, una chica tan llena de felicidad y de luz no podía pasar desapercibida tan fácilmente. Si tan solo hubiera sido menos pedante y ambicioso, si hubiera valorado la felicidad sobre el poder.

Pero ahí estaba, una vez más solo, con el corazón roto y lleno de arrepentimientos. Sentía un gran vacío en su pecho y un nudo en la garganta. No tenía ni los veintiún años cumplidos, y ya sentía que había arruinado su vida por completo.

En ese momento se hizo otra promesa, como ya no tenía nada que perder, haría todo lo posible por mantener a sus seres queridos a salvo, daría su propia vida para salvar a cualquier miembro de su familia o a todos, y estaba dispuesto a cumplirlo.

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Hugo estaba preocupado por su amiga, llevaba una semana sin presentarse a trabajar. Cuando fue a su departamento a comprobar que estuviera bien, nadie había respondido, ni siquiera se escuchaba a Froda dentro.

Intentó con su vecina Fleur, pero al parecer estaba en la casa de los Weasley y no quería preocuparlos a todos, al menos no aún. Incluso se acercó a Percy que últimamente se veía como si estuviera muerto en vida, el chico se rodeaba de magos extraños, y siempre estaba con ellos, aunque parecía fuera de lugar. Aún así una mañana logró encontrarlo sólo en el atrio cuando salía de una chimenea, y lo acorraló.

-Weasley, necesito hablar contigo- empezó Hugo acercándose a él.

-Hugo, no tengo tiempo, debes hacer una cita- dijo Percy automáticamente mientras intentaba retirarse del lugar antes de llamar la atención de los magos que pasaban a su lado.

-Seré breve, ¿qué sucede con Audrey?, ¿dónde está?- preguntó rápidamente, corriendo detrás de Percy que caminaba a toda velocidad, el ser más alto que él le daba una gran ventaja.

-No lo sé, supongo que en su cubículo o en su departamento- contestó Percy sin mirarlo todavía.

-Lleva una semana sin venir, temo que le haya sucedido algo- dijo Hugo preocupado. Percy se detuvo y por fin volteó a verlo, por un segundo en sus facciones también se presentó la preocupación, pero sólo por un segundo ya que su semblante cambió rápidamente a uno de desprecio.

-¿Por qué habría de saber algo yo?, es un asunto que no me importa- dijo enojado, atrayendo algunas miradas- ahora, si tienes algo de que hablar relacionado con el trabajo, llena los formularios y haz una cita, si no, mejor no me molestes con temas sin sentido o importancia.

Hugo se había quedado congelado en su lugar, no esperaba que su conversación con Percy terminaría así, lo sorprendía. No sabía a qué se debía el cambio tan brusco en la actitud del mago, pero estaba seguro de que tenía que ver con la ausencia de su amiga. Y para no pensar en lo peor, tenía que encontrarla y saber que se encontraba bien, ya después se encargaría de Percy Weasley.

Redención ~ Percy Weasley ~Where stories live. Discover now