Redención ~ Percy Weasley ~

37. Triste Recuerdo

Ninguno de los personajes me pertenecen (excepto algunos de mi invención como Audrey, Froda y otros que irán apareciendo), historia basada en las novelas de J. K. ROWLING
_______________________________

Mientras se dirigía a la sala de juntas para discutir y planear el regreso a Hogwarts de cientos de estudiantes con  el Ministro, Kingsley, Umbridge y sus respectivos asistentes,
Percy pensaba en las últimas semanas, para él habían sido tan caóticas que estaba seguro de que habían pasado años y no sólo unos cuantos días.

Había ido a comer con los Fawley al menos en tres ocasiones. En una de esas cenas y para desconcierto de Percy, el señor Fawley le había comentado que había enviado una carta a sus padres para anunciarles su compromiso para casarse con Josephine.

-Entiendo que no hables con ellos- comenzó Fawley al ver la cara de Percy- y aunque aplaudo tu distanciamiento para con ellos al ser traidores, no dejan de ser sangre pura y tu familia, gradualmente verán que el camino correcto es el que tú estás tomando y podrás tenderles una mano cuando llegue el momento- finalizó el mago y la cena continuó en medio de conversaciones sin sentido.

Decidió no darle mucha importancia al asunto, pero lo que realmente sorprendía a Percy era el silencio por parte de su familia. Había esperado que al menos Bill lo buscara para desmentir la noticia o quizá para platicarlo, pero esto no había sucedido aún.

A su padre se lo había encontrado en algunas ocasiones por los pasillos del Ministerio, pero este lo ignoraba olímpicamente y pasaba de largo. Percy no entendía por qué.

Continuó caminando por un largo pasillo que dirigía directamente a la sala de juntas, miró su reloj y comprobó que llegaba con al menos veinte minutos de anticipación.

-Weasley, llega temprano- una voz profunda y tranquila interrumpió sus pensamientos. Frente a él se encontraba la alta figura de Kingsley Shacklebolt, el mago lo examinaba curioso, aunque su expresión cambió rápidamente a una de seriedad.

-Si, me gusta preparar todo antes de que llegue el Ministro- contestó rápidamente él.

-Thicknesse tiene suerte de contar con un asistente tan eficaz, por eso los antiguos ministros apreciaban tanto su trabajo Weasley.

Percy no supo que contestar, tampoco sabía si lo que Kingsley decía era un cumplido o no, así que solo señaló la puerta para dejar pasar al mago a la oficina dónde se celebraría la junta.

La estancia era amplia, con una gran mesa ovalada que ocupaba casi todo el espacio, las sillas eran realmente cómodas, algo que no le gustaba del todo a Percy, pues pensaba que eran una distracción para cumplir con el trabajo de manera eficaz.

Una vez sentados, se hizo un silencio en la habitación, Percy decidió mirar sus notas para no tener que mantener una charla casual con Kingsley.

-Weasley- dijo suavemente el mago- Percy- repitió un poco más alto pero con urgencia en la voz- tenemos que hacer algo, tú sabes bien por qué estamos aquí, no podemos permitir que los jóvenes regresen a Hogwarts si él está a cargo, no después de lo que le hizo a Dumbledore.

Al pequeño discurso de Kingsley, le siguió un prolongado silencio en donde ambos se observaban. Finalmente Kingsley decidió continuar.

-Sé que estuviste apoyando a Dumbledore por un tiempo, estoy seguro de que así fue. Ayúdame ahora, entre los dos podemos convencer al Ministro de que Hogwarts no es seguro para los alumnos, no mientras Snape sea el director. Ayúdame, no puedes permitir que regresen ahí, tu tienes una hermana...

-Disculpa Shacklebolt- lo interrumpió antes de que pudiera continuar-  no sé qué idea te habrás formado de mi, al parecer tu trabajo te tiene confundido- continuó Percy que por la ventana veía como se acercaban el Ministro junto  con Umbridge y otros dos magos a los que nunca había visto- yo nunca apoyé a Dumbledore, era un traidor al Ministerio y a sus ideales. Además, el director Snape tiene el apoyo tanto de la junta directiva del colegio, como del Ministerio y los que lo conformamos. Espero que sea el cansancio el que haya hablado y no su verdadero sentir. Esta de más decir que soy completamente leal al Ministerio- terminó justo cuando los cuatro magos entraban en la sala.