Redención ~ Percy Weasley ~

6. Traición

Ninguno de los personajes me pertenecen (excepto algunos de mi invención como Audrey, Froda y otros que irán apareciendo), historia basada en las novelas de J. K. ROWLING
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Faltaban tres días para navidad y Percy se sentía un poco decaído, estas serían sus primeras navidades solo. No podía terminar su trabajo así que esa tarde lo único que estaba haciendo era escuchar distraídamente a Audrey.

-Ya basta, otros días me respondes, pero hoy simplemente estas ahí, pero no estas, ¿me explico?- le dijo ella mientras se acercaba a su escritorio. Percy solo movió la cabeza pero siguió sin hablar.

-¿Te encuentras bien Percy?- le dijo ella mientras ponía una mano en su frente, él solo asintió- no es verdad, algo pasa y no me iré de aquí hasta que me digas.

La conocía ya lo suficiente para saber que su amenaza no era sólo eso, ella lo cumpliría.

-Nada que deba preocuparte Audrey, quizá debas irte, tu novio estará esperándote-- le contestó él queriendo cambiar el tema, al parecer había funcionado porque ella se dio la vuelta y empezó a caminar por su oficina.

-No se si seguimos siendo novios- dijo ella lentamente- últimamente no nos hemos visto o hablado, pero no cambies el tema estamos hablando de ti.

-No te haré cambiar de opinión ¿cierto? - ella negó - bueno si tanto te interesa saber, no tengo la mejor relación con mi familia, de hecho ya llevo casi seis meses sin hablar con ninguno de ellos, estaba pensando que serían mis primeras navidades solo y me estoy adaptando a la idea- tomo una pequeña pausa- a la idea de que ellos prefieren una vida sin mi, que prefieren a personas que no son de la familia, que creen más en esas personas que en los hechos o las palabras de su propio hijo y hermano ¿esa información te complace? - Percy no se había percatado que mientras daba su discurso se había levantado y apretaba fuertemente los puños, estaba conteniendo el aliento y veía que Audrey tenía cara de asustada, casi como si quisiera llorar.

-¿Sucede algo? ¿No fue de tu agrado mi historia? ¿Querías más detalles escabrosos? - empezó él con tono mordaz, como siempre hacía cuando se ponía a la defensiva, estaba realmente enojado pero a la vez sentía tanto alivio de poder descargar y decirlo en voz alta, estaba perdido en estos pensamientos, hasta que sintió como unos brazos pequeños lo rodeaban por la cintura, cuando bajó la cabeza pudo ver el cabello alborotado de Audrey que descansaba la cabeza en su pecho mientras sollozaba silenciosamente. Percy se encontraba congelado.

-¿qué haces? - dijo él muy tieso.

-No me tienes que explicar que pasó con tu familia, estoy segura de que lo arreglaran, y estás invitado a mi pequeña fiesta de navidad, así tu primer cena de navidad lejos de tu casa no la pasarás solo- dijo ella mientras lo seguía abrazando. Percy estaba sorprendido por este gesto y se dejó llevar, la abrazó también y se sintió un poco más feliz, feliz porque tenía una amiga que lo apoyaba y no le pedía explicaciones. Pensó que después de todo no serían las navidades tan opacas que el imaginaba.

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Audrey y Percy estaban caminando juntos por las calles de Londres, ella había decidido invitar a Percy a su departamento para cenar y realmente se había sorprendido cuando él aceptó. No sabía que pensar acerca de lo que Percy le había contado, no imaginaba que los Weasleys fueran el tipo de personas que peleaban entre ellos, era conicido por todos en el mundo mágico que eran muy unidos, pero Percy parecía realmente herido y ofendido, Audrey estaba segura de que todo era un malentendido y que hablandolo podrían solucionarlo. Ya en su departamento ambos se pusieron a preparar la cena y hablaron toda la noche de libros, sus vidas (Audrey fue quien habló principalmente) y demás temas.

-Entonces, ¿quién más está invitado a tu pequeña fiesta de navidad? - le decía él mientras rascaba las orejas de Froda que al parecer había decidido que Percy le caía bien.

-Pues estamos tú y yo- dijo ella distraídamente- iba a invitar a mi vecina, pero irá a pasar tiempo con su familia.

-Creo que será algo incómodo estar solo contigo y tu novio- le dijo él.

- tranquilo, no creo que venga, siempre pasa las navidades con sus padres.

Percy solo asintió y se dispusieron a cenar, después de algunas horas, se fijó en su reloj y se sorprendió.

-Por Merlín ¿ya viste la hora? Será mejor que me vaya, muchas gracias por la cena, quedó muy rica- eran aproximadamente las dos y media de la mañana y Audrey no se había dado cuenta de lo tarde que era. Mientras Percy tomaba su abrigo una luz brillante atravesó su sala entre los libros y se paro frente a ellos, Audrey reconoció el patronus de Kingsley.

-Audrey, mañana tienes que reunirte en el cuartel, Weasley fue atacado, más noticias se te darán en la junta- después de eso la habitación quedó completamente en silencio. Percy fue el primero en romperlo.

-¿Esa era la voz de Kingsley Shacklebolt? ¿Weasley? ¿De qué demonios está hablando Audrey? Contestame- gritó él. Audrey estaba realmente asustada, no se suponía que él tenía que haber escuchado nada de eso, no sabía que debía hacer.

-Tranquilizate Percy por favor- le suplicó ella.

-¿Que me tranquilice? , dime qué es lo que está pasando ya, ¿a qué se refiere con Weasley?, ¿es algo de mi familia? ¿Fueron atacados?- dijo él un poco histérico.

-Mira Percy no te puedo contar mucho, averiguaré que pasó, no se nada más que lo que escuchamos juntos- Percy bufó frustrado - verás, estoy en una organización podría decirse secreta y no puedo revelar mucho o más bien nada de ella, pero confía en mí, averiguaré que ha pasado, si es algo relacionado con tu familia, seguramente para mañana lo sabré, pero por favor no vayas a hacer alguna estupidez, escuchame por favor - terminó ella mientras tomaba una de las manos de Percy que estaba caminando de un lado a otro de la sala, o al menos lo intentaba entre los libros que habían.

-¿Que me tranquilice? ¿Que confíe en ti? ¿Porqué lo haría?- gritó él mientras se zafaba de su agarre- no soy un idiota, al parecer estas metida en algún asunto en contra del ministerio y también se metió en ello mi familia, que idiota he sido, ¿es acaso que te obligaron a ir todos los días a mi oficina para espiar los asuntos del ministro?, ¿todo este tiempo estuviste pasando información para ellos?, y ahora alguno de ellos ha sido herido, seguramente esto tiene que ser por proteger a Potter, siempre es su culpa, primero Ginny casi muere debido a él y ahora quien sabe a quien le ha tocado, y yo soy él que puede cometer estupideces- esto último lo dijo más para él mismo que para Audrey.

-Percy escuchame por favor, no estoy espiando a nadie, nunca te he preguntado por tu trabajo o tu familia, ¿lo recuerdas? , además me uni a la O... - se interrumpió rápidamente - a la organización tiempo después de empezar a ir a tu oficina lo prometo- le decía ella con voz temblorosa y con lágrimas que caían por su rostro.

-No quiero escuchar tus excusas, me siento tan patético, he confiado en ti y ahora me entero de esto- le decía él mientras la señalaba- puedes estar tranquila no diré nada, delatarte sería entregar a mi propia familia, y yo si pienso en ellos, pero escuchame, no quiero volver a verte y espero que sean más cuidadosos en cómo escojen a las personas- gritó él en medio de los ladridos de Froda que se había alterado con la discusión, Percy también con lágrimas en los ojos y realmente herido se dirigió a la puerta.

-Percy por favor, no te vayas, quédate, estás alterado y tienes que saber acerca de tu familia, puedes volver con ellos, va a ser navidad.

Pero Percy no miró atrás, abrió la puerta y se marchó sin decir nada más, dejando a Audrey llorando y preocupada por él.

Pero sobre todo se sentía culpable, esa noche era ella quien se suponía tendría que estar vigilando el departamento de misterios, había pedido permiso para no ir y se lo habían concedido, no estaba segura quien la cubriría, pero si Kingsley había mencionado a un Weasley, solo podía pensar en Bill o en el Señor Weasley, tenía que averiguarlo, pero no era un buen momento para mandar patronus o despertar a Fleur, así que decidió esperar hasta el día siguiente, aunque esa noche ella no pudo dormir, pensando en la cara de decepción que le había dirigido Percy Weasley.