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—Malditos sacos llenos de hormonas —refunfuñe por lo bajo caminando entre las personas que bailaban en la sala de Scott. Pobre de el cuando regrese y se encuentre con todo el desorden.

—...mi fiesta —me acerque a esa voz malhumorada, encontrándome con Nathan, un chico con rasgos asiáticos, acorralando a Liam contra una pared—. ¿También robarás el puesto de co-capitán?

—No pensé que te molestaría —respondió con dificultad el ojiazul al ser estrangulado.

—¿Como esperabas que lo tome?

—¿En cientos? —Mason alzó unos billetes cerca del asiático. Este los miró agarrándolos después de soltar a Liam.

—¡Uhh... —interrumpí su patética celebración bloqueando su camino.

—Dame eso —alce mi mano para recibir el dinero—. Ahora.

—¿Por qué debería? —replicó el chico cruzándose de brazos.

—Porque te acuestas con mi hermana mayor, y yo tengo la última palabra sobre el co-capitán, Nathan —remarque su nombre, de inmediato sentí como dejó los billetes en mi mano—. Y yo fui quien robó tu fiesta, ¿algún problema?

—No —negó—. No te reconocí, perdona —se disculpó perdiéndose rápidamente entre la gente.

Suspire antes de acercarme al par de mejores amigos, entregando los billetes de nuevo a su dueño.

—Prefiero que gastes el dinero en algo para Corey —comente antes de alejarme, subiendo a la segunda planta.

—Amigo, adoro a esa chica —escuche al moreno a lo lejos.

Indague por la planta hasta llegar a una puerta solitaria, lejos de las demás. La abrí capturando el aroma a guardado.

En la habitación había una cama individual, junto a algunos muebles. De lo aburrida los revisé encontrando escasas prendas hasta dar con un par de bufandas, las cuales me recordaban a una persona que las usaba, además de que desprendían su aroma que creí que haber olvidado después de algunos años.

Isaac Lahey.

El primer beta de Derek, recuerdo que la primera vez que lo vi sentí un amor platónico hacia el. Más nunca confesé en voz alta aquello por ciertas razones, una; Derek lo hubiera asesinado, y dos; era solo una niña.

Al igual que con el, había conocido a los otros dos betas, Erica Reyes y Vernon Boyd. La primera había sido mi primer amiga a esa edad, mientras que el segundo fue más como un hermano mayor que te hablaba de cosas interesantes, que incluso Derek sintió celos de el.

Los tres aunque la manada se separara, juraron mantener oculta mi existencia, por mi seguridad. Derek se había encargado de mostrarles su poder y lo que podría hacer si alguno revelara sobre mi.

Estos siendo fieles al juramento, Erica al igual que Boyd murieron sin nombrarme alguna vez desde que dejé el pueblo. En cambio Isaac, el no comentó nada sobre mi a Scott, ni a su quedante fallecida; Allison.

Mis pensamientos fueron interrumpidos gracias al toqueteó en la puerta, una chica morena de blusa rosa palo se asomó por la puerta.

—Oh, lo siento —se disculpó con una mueca en su rostro. Supongo que mi rostro expresó confusión ya que la chica señaló tímidamente mi rostro.

Pase una mano por el sintiendo mis mejillas un poco húmedas, había soltado unas lágrimas al recordar al par de betas, ahora muertos.

—Lo siento —volvió a disculparse para después cerrar la puerta.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon