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—Oigan, esperen —nos llamó el moreno desde las escaleras cuando doblábamos uno de los pasillos—. Lo arregle —con una sonrisa nos mostró una brújula envuelta en cinta intentando ocultar el vidrio destruido, era la misma del señor Douglas.

—¡Perfecto! Se ve como nueva —apenas emitió la mentira, el ojiazul nos miró en busca de ayuda.

—Se va dar cuenta —admitió la pelinegra a mi lado soltando una risa.

—No, no lo va a notar —el moreno guardó la brújula en su bolsillo de pantalón—. Devolveremos la brújula y pensaremos como ayudar a Scott.

Hice una mueca, no quería ayudar con el nuevo problema que surgía en el pueblo pero debía por mi tía, era la guardiana del pueblo. Parecía irónico porque el año pasado regrese solo para matar al Alfa Verdadero y convertir quimeras junto a los doctores del pavor.

—O solo la devolvemos.

—No podemos dejarle todo a Scott —se negó rotundamente el beta del nombrado.

—¿Por qué no? Es el alfa —se encogió de hombros Hayden.

—No por mucho tiempo.

—Así, ¿quien tomará su lugar? —cuestione alzando una ceja, desde el inicio había captado su indirecta.

—¿No creen que pueda ser el alfa?

Inmediatamente voltee hacia otro lado apretando los labios para no soltar una risa. Claro que no podía.

—No, no decía eso —intento disculparse Hayden—. Solo que ¿anomalías magnéticas y hombres a caballo robando personas?

—Tenemos que hacer algo.

—¿Que pasara cuando Scott se gradué? —inquirió la chica preocupada. Muy en el fondo no era la única que se preocupaba por eso—. ¿Quien resolverá los problemas?

—Puedo ser... —balbuceó indeciso—. Puedo ser el alfa.

—El puede ser el alfa —le siguió Mason apoyando a su mejor amigo.

—Recomiendo que lo repitas hasta que lo creas —por el comentario me gane una mala mirada de Liam.
Mientras que los otros dos chicos retenían una sonrisa, aunque las comisuras de sus labios los delataban.

Deje de prestarles atención cuando un aroma, algo familiar, llegó hasta mis fosas nasales. Supuse que hice algún gesto en el rostro por que los dos betas al verme, inmediatamente comenzaron a olfatear el aire.

—¿Que pasa? —preguntó Mason mirándonos con confusión.

—Sangre.





—Creí que tardarían más —murmuré al verlos llegar. Apenas nos separamos vine directamente al cuarto de ventilación, no era difícil saber que el aroma provenía de aquí.

—¿Por qué no nos dijiste?

—No los encontré, ademas deben poner a prueba sus sentidos —imite las palabras de Derek, cuando junto a Malia me hizo buscar a la manada de Satomi.

—Retrocedan —ordenó Liam, retrocediendo el mismo unos cuantos pasos para tomar impulso.

Quería derribar la puerta.

Sin previsto Mason abrió la puerta después de un rato analizarla. Aun así Liam no se detuvo y pasó corriendo frente a nosotros para terminar chocando con las cosas del interior.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Where stories live. Discover now