013

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—¿Dijiste a las ocho o minutos antes de las ocho? —interrogó la asiática mirándome por el espejo retrovisor.

—Solo dije ocho —me encogí de hombros.

—Entonces esperemos otros minutos —sugirió Lena desde el asiento de copiloto.

Ambas chicas habían dejado los asientos traseros para mi y Liam. Pasaron por lo menos diez minutos y cuando ya eran las ocho en punto, baje del coche acercándome a la casa, toque el timbre de la puerta.

—¡Voy! —grito una voz femenina desde el interior—. ¿Hola? —habló una mujer en cuanto abrió la puerta. Era castaña de ojos azules parecidos a los de Liam, su altura me sobrepasaba unos cuantos centímetros.

—Buenas noches —salude formando una sonrisa en mi rostro—. ¿Está Liam?

—Permíteme un momento —cerró un poco la puerta—. ¡Liam, te busca una chica!

—¡No tardó!—respondió la voz de Liam desde la segunda planta, la mujer volvió a abrir la puerta con una sonrisa.

—¿Eres Mackenzie?

—Si, es un gusto.

—Igualmente, mi hijo dijo que una chica linda vendría, más se quedó corto con lo linda —me inspeccionó de pies a cabeza—. Soy la señora Dunbar pero puedes decirme suegra —aquello me sorprendió, definitivamente la mamá de Liam era de llevarse con mucha confianza.





Entable una conversación con la señora Dunbar por varios minutos en la puerta, hasta que por fin Liam decidió aparecer, asomándose detrás de su mamá.

—Perdón, no encontraba mis zapatos —se disculpó sonrojado.

—No hay problema —mire a la mujer—. Nos vemos después, suegra —me despedí de la mujer, remarcando la última palabra.

—¿Que? —replicó Liam aun más sonrojado.

—Te veo otra día. Hijo invita más seguido a mi nuera —la mujer me guiñó un ojo sacándome una risa.

—¿Que? —volvió a repetir el chico sorprendido—. Ya nos vamos, mamá nos vemos —se despidió saliendo rápidamente de la casa tomándome de los hombros.

—¡No llegues tarde! ¡No tomen mucho! —grito la mamá de Liam en cuanto nos alejamos de la puerta.

—¿Suegra? ¿Nuera? —preguntó el ojiazul levemente sonrojado.

—Tu tardaste —respondí encogiéndome de hombros y caminando hacia el carro de Kira.

Abrí la puerta del coche adentrándome con Liam detrás, este saludo a Lexa y se presento con Kira. Una vez rumbo a la casa del lago, vi la luz de la luna entre las nubes.

—¿Puedo poner música, Kira? —pregunto Lexa al notar lo mismo.





Durante el trayecto sentía que mis oídos estallarían en cualquier momento todo gracias a la música que inundaba el auto, mire a mi izquierda, Liam cubría sus oídos con las manos mientras tenía una mueca en su rostro.

—La fiesta será en la casa de Lydia —informó Lexa hacia Liam en un intento de crear conversación.

—En realidad es de la abuela de Lydia pero ella murió —comentó Kira sin pensar—. No es que este bien que esté muerta —añadió rápidamente intentando remediar aquel comentario.

—¿Podrías bajarle? —inquirió el ojiazul sonando más como súplica.

—Bájale —concuerde de inmediato.

𝗧𝗵𝗲 𝗿𝗲𝗳𝗹𝗲𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗼𝗳 𝗽𝗲𝘁𝗲𝗿 |TEEN WOLF Where stories live. Discover now