22. Doble celebración

20 8 0
                                    

Mi sistema de alerta se activa al instante, empiezo a pensar que venir aquí fue una mala idea.

¿La hora de que llegó?

Antes de poder articular una palabra el reloj que lleva Emanuel en su mano derecha comienza a sonar anunciando la media noche.

Él sonríe con orgullo lo cual me asusta, porque no sé cómo definir esa sonrisa exactamente.

Se separa un poco de mí y mete una mano debajo de su asiento, provocándome el peor de los sustos.

Nos encontramos a la deriva, prácticamente en medio de la nada, cometer un delito aquí sin ser descubierto sería una de las cosas más sencillas que podrían existir.

Totalmente aterrada me limito a ver cada movimiento suyo de manera pausada.

Lo que hace a continuación me quita el poco aire que me quedaba.

Emanuel saca un libro que nunca antes había visto, de su portada emerge un chico con el torso desnudo y unas alas negras formadas con delicadeza sobre su espalda.

¿Qué significa todo esto?

—Te he traído un regalo. —Proclama sonriendo con dulzura.

Un largo suspiro deja mis labios, como cuando te encuentras reteniéndolo inconscientemente por un largo rato.

Lo observo perturbada. —¿Esto no tendría que ser distinto? —Interrogo. — Es tu cumpleaños debería ser yo quien te esté obsequiando algún presente.

—No lo entiendes. —Ladea su cabeza. — Yo le estoy regalando algo al universo, por darme esta vida, este día y sobretodo este momento contigo. —Pronuncia las palabras con lentitud.

Como quien dice para que se graben bien en mi cabeza.

Coloca delicadamente el libro sobre mis piernas.

Lleva por título Hush Hush.

—Te he regalado mi libro favorito. —Declara orgulloso.

—Nunca lo he leído. —Confieso. —No soy una lectora frecuente.

—Quiero que lo leas en voz alta para mí, yo estaré recostado en tus piernas, es un sueño loco que tengo, oírte recitando mi libro favorito. —Hace un puchero. —En lo que a mí respecta eso sería muy romántico.

De pronto me siento apenada, toda la tarde me la pase peleando con él por ocultarme cosas, solo he destacado sus errores jamás sus aciertos.

—Me siento un tanto avergonzada, yo no te he traído nada.

—No hace falta cuando abras el libro podrás compensarme.

Lo observo un poco confundida.

Comienzo a ojear el libro, en el centro me topo con un separador en forma de corazón.

Lo saco del libro y mi corazón se detiene al observar lo que viene grabado en su reverso.

La frase que menos esperé leer en la vida.

¿Quieres casarte conmigo?

Cuando levanto la mirada, me encuentro a Emanuel quien con dificultad se ha puesto de rodillas, mientras sostiene en sus pequeñas manos un anillo plateado muy hermoso.

No puedo describir exactamente lo que siento en este momento.

¿Alegría?

¿Asombro?

¿Euforia?

Quizá todo eso, pero en un mismo lugar.

Mi corazón palpita con tanta prisa que temo y se detenga de repente.

Amor Fugaz ✓Where stories live. Discover now