15. La cena de celebración II

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Sonríe burlisto. —Ay, qué conmovedor ¿no les parece ridículo todo ese drama? —Eleva la mirada hacia mí. —Elena, Elena, me das tanta lástima. —El tono de su voz se vuelve amargo.

Emanuel hace un gesto de disgusto al escuchar mi nombre, coloco mi mano sobre la suya para transmitirle calma.

—Ahora resulta que la gran Elena Romero se enamoró de verdad. —Prosigue el chico. —¿Cuánto tiempo le durará esto? Probablemente muy poco.

Emanuel no puede contenerse y se pone de pie, Jon muestra una sonrisa de satisfacción, sé que lo único que quiere es fastidiar nuestra noche.

—Emanuel déjalo, no le prestes atención. —Musito con calma.

Jon sigue con su patético discurso. —Buenas noches, respetables personalidades, soy un simple mortal, pero el mortal que les dará la mejor noche de sus vidas. —Anima y las personas del público le aplauden.

¿Qué diablos sucede con ellos?

—A ver usted señora. —Expone señalando a una mujer de vestido azul. —¿Conoce a Elena Romero? —Ella asiente muy contenta. —Entonces no dudo que le gustará conocer un poco sobre su vida ¿no? Cosas buenas por supuesto.

¿Él hablando cosas buenas de mí?

Esto es lo más extraño que me ha sucedido en la vida.

La pantalla LED muestra algunas fotos mías cuando era bebé, unas de mi adolescencia y un vídeo cantando en el garaje de mi casa en México, me siento totalmente fuera de lugar, o sea, ¿qué gana él hablando cosas buenas sobre mí?

Emanuel tuerce la cara y se muestra indiferente, supongo que no le gusta que otro chico muestre cosas mías a todo el público, los vídeos siguen saliendo, uno tras otro.

Hasta que llega uno que me deja con el alma rota.

Ese día...

La sala de mi casa se encuentra perfectamente enfocada, es como si la cámara estuviera en una de las ventanas, yo saltando a los brazos de mis padres, despidiéndome de ellos...

La última vez que los vi.

El vídeo sufre un pequeño corte y vuelve a retomarse muchas horas después cuando me encontraba en la misma sala, pero con la vida destruida por la fatal noticia que había recibido.

Mi cara lucía terrible llena de lágrimas y completamente roja.

¿Cómo se atreve Jon a hacerme esto? En una noche tan especial y a la vista de tantas personas.

El vídeo continua y él entra en escena, se aprecia perfectamente el momento en que se arrodilló frente a mí para brindarme palabras de consuelo, no contesté y me limité a llorar.

Recuerdo de ese día sigue reproduciéndose en mi memoria.

El alcohol y el dolor corriendo deliberadamente por mi cuerpo, las ganas de desaparecer y borrar todo lo ocurrido me consumen, ¿qué hago?

Cuando lo único que quiero es desahogarme y luego morir, pensamientos estúpidos vienen a mi mente y recuerdo algo muy fuera de lugar, soy virgen...

¿Debería morir así? O debería hacerlo antes.

Levanto mi vista y me encuentro con un chico.

¿Será una señal del universo?

¿Se ha apiadado de mí y me envió a Jon antes de morir?

Decidida abro mi boca para pronunciar tres palabras que me permitirán morir en paz.

Quítame la virginidad. Jon abre sus ojos en sorpresa y se queda sin palabras.

Amor Fugaz ✓Where stories live. Discover now