La casualidad más bonita del mundo. (Marc Márquez)

Capitulo 46:Una Marca de Nacimiento.

Narra Ana:

Sus labios se apoderaron de los míos con desesperación,  como locos...  sin parar…todo ese deseo contenido estaba saliendo a flote. La ropa fue cayendo desperdigada a nuestro alrededor. Se sentó justo en el filo de la cama con mis piernas a cada lado de sus caderas, deslizo sus manos suavemente por mi espalda hasta llegar a mi sujetador desabrochándolo con destreza mientras que yo mordisqueaba suavemente el lóbulo de su oreja. Soltó un gruñido sordo, y acto seguido se apodero de mis pechos acariciándolos con ambas manos. En un giro rápido me tumbo sobre la cama besándome sin control. Paso sus labios y su lengua por mi cuello estremeciéndome a cada uno de sus besos y mordiscos. Fue bajando su lengua caliente por mis pechos firmes y tensos bajo sus labios….Ya no aguanto más…las sensaciones que estaba provocando en mi cuerpo eran…demasiado…siguió bajando por mi vientre jugueteando en mi ombligo y mordiendo ligeramente mi piel. Entonces levanta su cabeza y me mira, con esos ojos marrones tan llenos de deseo. Es tan deliciosamente sexy que se me corta la respiración… Me sonríe satisfecho… Me continua besando y me muerde los labios, el cuello, los hombro y nuevamente esa obsesión por mis pechos, lamiendo, mordiendo y jugueteando con la punta de su lengua sobre mis delicados pezones…Me estremecí de placer gimiendo en su oído….subió su mano, acariciando una de mis piernas, mientras depositaba sus exquisitos labios en mi ansiosa boca. Me beso lento… suave. Pero yo ya no quería eso…Necesitaba algo más intenso y me apegue a sus boca, introduciendo mi lengua dentro de ella con desesperación…Mientras acariciaba su pelo…

-Marc: tranquila amor… dijo divertido en mi oído.- Tenemos tiempo de sobra…-volvió a susurrarme con esa voz suya, tan sensual y masculina.

Se deshizo de su bóxer, mientras me miraba con esos ojos entrecerrados llenos de deseo. Se posó sobre mí una vez más… Siguiendo con su ardiente tortura sobre mi descontrolado cuerpo. Me besaba, me mordía, mientras se acomodaba despacio entre mis piernas. Entro en mi cuerpo…despacio…lento. Pero de pronto se detuvo… me miro a los ojos con una chispa de malicia dentro de ellos… y me embiste violentamente. Me penetro con fuerza, con pasión, con lujuria… solo se escuchaban nuestros gemidos, con nuestras respiraciones entrecortadas. Su lengua experta se apoderó de mi boca y sus manos volaban acariciando cada centímetro de mi acalorado cuerpo, que se entregaba a su dueño por completo, totalmente resignado y sumiso. Mordí salvajemente sus labios, mientras Marc seguía penetrándome cada vez mas descontrolado, me miro por un instante… Tenía los ojos entrecerrados y su boca abierta, sus labios estaban húmedos de tanto que los había besado. Me hizo gemir una vez más, mientras se movía cada vez más, y más rápido… Y de pronto un gemido intenso salió del fondo de su garganta haciéndome llegar junto a él, al clímax total.

Después de un momento se acomodo a mi lado intentando calmar su respiración acelerada mientras me abrazaba.

-Ana: Creo que debo retirar lo que dije anoche…-dije enredando mis dedos en su pelo. Marc me miro divertido acariciando mi espalda con sus dedos.

-Marc: Debería saber usted que en una cama le puedo hacer de todo señorita…-dijo soltando una gran carcajada.- Mmm…y debería retirar otra frase que me dijo hace ya un tiempo…

-Ana: ¿Cual?-pregunte sin saber.

-Marc: NO me gustáis, NO me gustan las motos y NO, no sois el centro del universo de todas las chicas del mundo.-dijo imitando mi frase del primer día en mi consulta.

Estalle en carcajadas nada más escucharlo igual que el.

-Ana: Eres muy mal imitador…-dije pellizcándole un moflete.

-Marc: Oh si quieres te pongo también la cara de asco con la que me atendiste.-dijo riendo a carcajadas.

-Ana: yo no te puse cara de asco…-mentí. Si que se la puse, casi me da un chungo cuando lo vi sin camiseta.