Capitulo 103: La Confianza.

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En el capitulo anterior..

Lo miré un instante y ambos sonreímos. Fue entonces cuando vi a Xarlie abriéndose paso entre la gente muy apresuradamente y con cara de pocos amigos. Lo seguí con la mirada inconscientemente y entonces...

-Alex: ¡Mierda!

Eso fue lo último que oí antes de ser consciente y ver como mi mejor amigo se enredaba a golpes con el que había sido mi novio hasta ahora. Lo que se formó en tan solo unos segundo fue una mínima parte de lo que se formaría en cuanto mis padres y el resto de mi familia se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo. Ni siquiera me dio tiempo a levantarme cuando ya se había armado un revuelo tremendo entre todos los que allí estaban. Alex había salido disparado al instante. Y no sé cómo pero mis ojos fueron a parar con los de Roser que se había quedado paralizada en medio de tanto policía.

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Capitulo 103: La Confianza.

Narra Marc:

Llevaba escuchando a Santi leyéndome la cartilla desde que había entrando en el garaje. ¿Pero qué podía hacer? El error había sido mío, llevaba dos vueltas liderando y bueno frené demasiado pronto en la curva dos y se me cerró la dirección. Que sí! Que llevaban razón, que no estaba concentrado. Pues no! No lo estaba. No dejaba de pensar en la rabia con la que me había lanzado el colgante. Mi colgante. Para cualquier otra persona podría parecer una tontería, pero para mí ese colgante simbolizaba más que cualquier cosa. Ese colgante había marcado un antes y un después en nuestra relación. En nuestros sentimientos, en el principio, en nuestra promesa de intentarlo de nuevo... y no me lo podía quitar de la cabeza. Porque romper con eso era romper con todo. Lo sabía. Igual que sabía que tan solo había besado a mi hermano por tal de joderme. Y lo había conseguido. Había jodido y mucho. Y me seguía jodiendo cada vez que se me pasaba la imagen por la mente.

¿Qué yo solito me lo había buscado? ¿Qué era lo que me merecía? ¿Qué posiblemente la había perdido para siempre? Pues sí! Me merecía eso y mucho más. Porque ella jamás me lo hubiese hecho a mí. Lo sabía. Lo había demostrado nada más acabar Laia. Porque aun teniendo sus dudas había confiado en mí. Y nadie se merece que le sigan mintiendo como yo lo había hecho. Porque sí! La verdad es que la noche de mi cumpleaños no estaba para nada borracho. No había bebido apenas nada. Laia y yo nos encontramos por casualidad en el restaurante al que fui a cenar con Edgar y los chicos. Y bueno...llevábamos sin vernos...pues ni me acordaba la verdad. Pero llevaba meses escuchando tras una puerta como Ana llamaba a mi hermano cada noche. A mí no me quería ver ni en pintura y llámalo despecho, resentimiento, rencor...lo que quieras pero me acosté con ella. Esa noche follamos como animales. ¿Qué queréis que diga? Era mi cumpleaños, Ana y yo no estábamos juntos, necesitaba desfogarme...Y Laia estaba allí. Y sabía que con cualquier cosa la tendría comiendo de la palma de mi mano. Así que lo vi fácil y no me lo pensé.

Claro que, lo que yo no me esperaba es que la persona que nos interrumpió fuera la que mas deseaba que lo hiciera. Llevaba dos meses sin hablar con ella y en cuanto vi su número reflejado en la pantalla ni me lo pensé.

Pero estaba borracha. Muy borracha. Y estaba claro que si no lo hubiese estado no me habría llamado. Y posiblemente si no hubiese oído a nadie más tras aquella llamada la fuera ignorado. Pero reconocí la voz de Tito y de mi hermano. Y algo dentro de mí se activó de nuevo. Me imaginé de todo en tan solo segundos. Y era inútil negarlo. Seguía sintiendo lo mismo por ella. Por lo que cuando me cortó la llamada la cosa empeoró. Estaba histérico sin saber donde estaba. La volvía a llamar y no me cogía el teléfono y mi rabia y desesperación siguió en aumento. Por lo que hice lo único que podía hacer. Decirle a Laia que se fuera. Que sí! Que había estado muy bien acostarnos de nuevo pero no quería nada con ella. Solo había sido sexo. Y no iba a volver a repetirse. Estaba claro...

La casualidad más bonita del mundo. (Marc Márquez)Where stories live. Discover now