La casualidad más bonita del mundo. (Marc Márquez)

Capitulo 52:Ya nada volverá a ser como antes...

Narra Marc:

Llegue a la clínica y sin preguntar por ella si quiera me dirigí hacia su consulta, cuando a medio camino me encontré con Lydia.

-Lydia: ¿Se puede saber dónde vas?-dijo poniéndose delante de mí.

-Marc: Tengo que verla…¿Dónde está?

-Lydia: No creo que sea el mejor momento, está trabajando.-dijo borde.

-Marc: Tengo que hablar con ella…por favor…-dije sin apartar mis ojos de los suyos.

Pero entonces desvió su mirada clavándola en el pasillo tras de mí. Me volví en el momento en el que Ana levantaba la vista de unos papeles y se encontraba con mis ojos. Sus ojos se abrieron instantáneamente, hizo una mueca y negó con la cabeza volviéndose por donde había venido. Lydia dijo algo pero la ignore completamente y eche a correr tras Ana. La agarre por el brazo justo en el momento en el que abría una puerta.

-Ana: ¡¡No me toques!!-dijo con toda la frialdad del mundo sin mirarme.

Esas tres palabras hicieron separarme al instante desorientado, sin saber qué hacer, ni responder. Entro a la sala y yo tras ella cerrando con el máximo cuidado.

-Marc: Tenemos que hablar…-dije nervioso mientras ella me daba la espalda sacando unos ficheros de un cajón.

-Ana: ¡No tenemos NADA de qué hablar!-dijo sin volverse hacia mí.

-Marc: Déjame que te explique por favor…-dije acercándome a ella, pero en ese momento se volvió con una mirada fría. Una mirada que escondía dolor, tristeza, debilidad. Una mirada vacía, sin vida, sin ese brillo que me había vuelto loco aquel día en el aeropuerto con tan solo verla. Ese brillo, esa chispa a la que se refería mi abuelo, esa chispa que yo había hecho desaparecer con mis propias manos.

-Ana: ¿Qué quieres explicarme Marc?¿Que todo era mentira?¿Que todo eso que me dijiste en andorra lo dijiste solo para acostarte conmigo?-esas palabras me habían roto por dentro.- ¿Qué me presentaste a tus padres por diversión? Porque tocaba relajarse antes de que comenzaras la temporada…y que mejor que hacerle creer a la estúpida de turno que estaba locamente enamorado de ella…total..¿El señor Marc Márquez puede tener a la que le parezca no?.

-Marc: Anaa…-dije interrumpiéndola, tenía unas ojeras enormes y los ojos los tenia rojos reteniendo las lagrimas. No se inmuto, pestañeo un segundo, pero ahí seguía esa mirada.

-Ana: Pero..¿Sabes qué pasa? Que yo soy de cenar pizza en el sofá en vez de cenar en restaurantes de lujo. Y siempre he preferido las flores de papel, que esas no se marchitan y además no me tengo que preocupar por ellas. Resulta que yo no soy esa que ahora mismo todo el mundo critica. No soy esa a la que creen que se lo han dado todo. Y me daba igual las criticas, los rumores o lo que pensara la gente de porque estaba contigo. Tan solo me importabas tú. –no podía soportar verla así, me acerque dando un paso hacia ella pero retrocedió hacia atrás en ese mismo instante, haciéndome sentir a un peor.-Pero tú no me fallaste, falle yo por confiar en ti… Pero se acabó.

-Marc: ¿Estas cortando conmigo?-dije sin ni siquiera creerme las palabras que acababa de soltar.

-Ana: De eso ya te has encargado tu…-dijo limpiándose una lagrima rápidamente.

Se me hizo un nudo en la garganta. No sabía que responderle, sentía tanta soledad, tanta rabia y enfado, que lo único que hice fue cagarla a un mas.

-Marc: ¡¿De verdad vas a arruinarlo todo por una tontería?!-dije casi gritándole.

-Ana: ¡¡¡¿Una tontería?!!!-dijo a la defensiva.- Yo no soy perfecta, ni pretendo serlo…pero al menos me merecía una pizca de respeto…