Almas gemelas || Cinco Hargreeves & Tú.

3

Dimensión de Cinco

La tarde del lunes, los hermanos Hargreeves notaron que su hermano, Cinco, se veía molesto y sin duda ponerse en ese momento en su camino sería lo peor que les podría pasar.

Número Cinco bajó por algo de comer, esperando no encontrar a nadie, pero el único que estaba ahí era Klaus, que se quedó inmóvil cuando lo vio entrar en la cocina.

El ojiverde lo miró mal y siguió su camino, a preparase un sándwich.

—¿Y cómo te trata la vida? —preguntó Klaus con una pequeña sonrisa, que desapareció con la mirada de su hermano—. Me callo.

—Te lo agradecería —dijo Cinco mientras le ponía mantequilla de maní a su pan.

Klaus lo miró unos segundos más, pero para él, guardar silencio le era imposible algunas veces.

—¿Y cómo vas con búsqueda de ____________? —Cinco volvió a mirarlo mal, mientras sostenía el cuchillo con fuerza—. ¿Qué? Solo pregunte por tu alma gemela —dijo como un niño pequeño.

—Pues no preguntes por ella —dijo serio, lo miró unos segundos más y siguió preparándose su sándwich.

—Pensé que querías encontrarla —dijo en voz baja. Cinco dejó el cuchillo en la mesa con enojo, se teletransporto al lado de Klaus y lo tomó del cuello de su playera—. ¡Allison, Cinco me quiere matar! —gritó.

Número Cinco lo siguió mirándolo mal sin soltar su agarre. Los pasos se oyeron, Allison, Ben y Diego bajaron las escaleras llegando a la cocina y mirando a sus hermanos.

—Suéltalo, Cinco —le ordeno Allison, pero su hermano no lo hizo.

—Usa otras medidas —dijo Diego, lanzó uno de sus cuchillos rompiendo la playera de Klaus—. Así.

Cinco solo tenía un pequeño trozo de tela en su mano, que soltó y suspiró frustrado.

—Era mi favorita, Diego —se quejó Klaus mirando su playera.

—Puedes conseguir otra —le dijo Ben—. ¿Qué estaba ocurriendo?

—Cinco me quería matar porque pregunte por ______________ —dejó de mirar su playera y miró a sus hermanos—. Así como me matarán ustedes.

Número Cinco dejó de ver a Klaus y miró mal ahora a sus hermanos, que abrieron los ojos y tragaron saliva.

—Dejen de meterse donde no les importa —les dijo enojado Cinco.

Ellos no dijeron nada por uno minuto, mientras Cinco se teletransportaba delante de su sándwich a medio terminar.

—Solo queríamos saber que ocurría —habló Allison acercándose lentamente, su hermano solo soltó un gruñido y tomó el cuchillo para seguir terminando su sándwich—. Te hemos visto enojado toda la mañana.

—Lo cuál no es raro —comentó Diego sentándose al lado de Klaus, mientras su hermana lo miraba mal.

—¿Tiene que ver con ella? —preguntó con cautela su hermana.

Cinco tensó su rostro, pero no dijo nada, sus hermanos solo lo miraban.

—¿Ocurrió algo malo? —preguntó Ben.