Almas gemelas || Cinco Hargreeves & Tú.

10

______________ abrió los ojos cuando un rayo de la Luz del sol le dio en su cara. Movió su rostro y mientras enfocaba su vista notó que alguien estaba dormido a su lado.

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro a ver a Cinco dormido a su lado. Se veía calmado, sin una pizca de arrogancia o de ser mejor que todos.

Llevo su dedo a la nariz de Cinco, rozándola delicadamente sin despertarlo. El ojiverde sintió aquella caricia, pero no abrió los ojos, se había echo el dormido cuando la vio despertar.
Disfruto de aquella caricia, por unos segundos, hasta que ______________ apartó su mano.

—Mierda —la escuchó murmurar.

Entre abrió los ojos y pudo ver cómo la chica se levantaba y salía de la habitación sin hacer ruido, desconcertándolo. Dudo en ir tras ella, así que prefirió despertar a Klaus.

—Déjame dormir —chillo mientras se tapaba su rostro con la cobija—. Seguro solo fue a trabajar —murmuró adormilado.

—¿Ella trabaja? —dijo desconcertado y frunciendo el ceño.

Klaus solo balbuceó algo y volvió a dormirse.
Cinco se levantó decidido y se teletransporto a su habitación, esperando verla, pero ella no estaba.

_______________ corría, no podía llegar tarde a su primer día de trabajo. Se disculpaba con la gente mientras los golpeaba sin querer. Al llegar a la entrada de la cafetería intentó frenar, pero chocó una vez más con Tom.

—Creo que siempre nos encontraremos así —se burló cuando la agarró para que no cayera al suelo.

—Supongo —soltó una risa nerviosa—. Solo no quería llegar tarde a mi primer día.

—Entremos entonces —sonrió.

Ellos dos estarían en el turno de la mañana, así que sería algo un poco atareado. Tom por un momento pensó que a ______________ se le dificultaría, pero era todo los contrarío, ella sabía moverse bien.

—Por un momento pensé que sería un desastre —le dijo divertido mientras servía una taza con café.

—Ya había trabajo de mesera —sonrió y tomó el café para ponerlo en la charola—. Así que lamento no darte una escena divertida de mi cayendo con la cosas.

Tom sonrió divertido mientras veía como ella iba a dejar las cosas al cliente. No pudo dejar de mirarla desde que había ido por el trabajo. Se sintió nervioso y por un momento pensó qué tal vez no podría hacerlo, pero lo estaba haciendo bien, podía tenerla a su lado.

La tarde siguió, hasta que dieron las tres y era la hora de salida de ambos. Dejando a los otros; ambos salieron de la cafetería.

—¿Tienes algo que hacer? —preguntó, sorprendiéndola.

—Yo... —lo pensó unos segundo—. No, en realidad no.

Cinco estaba enojado. _____________ tenía empleo y no le había dicho, ¿por qué no se lo había dicho?

Iba a matar a Klaus por no decirle la verdad desde un principio. Estaba en su habitación caminando de un lado a otro. Pronto sería las 3:30 de la tarde y eso significa que en cualquier momento ella llegaría.

Tenía que calmarse, debía saber que decir y no explotar, porque no eran nada. Claro que lo eran, eran almas gemelas aunque ella no lo supiera.

—Mierda —soltó enojado Cinco.

Había pasado las 3:30 y aún no escuchaba que ella llegara. ¿Donde rayos se metió?
Espero un poco más y pronto sería las 4:20, lo cual ya le estaba preocupando más.