Almas gemelas || Cinco Hargreeves & Tú.

Prólogo

Dimensión de Cinco Hargreeves.

Lo único que quería el ojiverde es poder tener paz y tranquilidad. Había salvado el mundo junto con sus hermanos en varias ocasiones, ¿Qué acaso de agradecimiento no le podían regalar tantita paz y tranquilidad?

Desde hace media hora estaba buscando por toda la Academia de donde provenía aquella música que lo despertó temprano. Seguía sin entender como aquel ruido no molestaba a sus hermanos, pero si alguno de ellos tenia algo que ver, lo pagaría muy caro.

Los encontró en la cocina; esperando a que se delataran, miró mal a cada uno de ellos, que no entendían que sucedía ahora con el gruñón de su hermano.

—¿Mala noche? —preguntó Klaus.

—No, idiota. Uno de ustedes puso música desde las 7 de la mañana y aún la quita —gruño, desconcertado a sus hermanos—. Quieren apagarla de una vez.

—Nosotros no hemos puesto música —le dijo Vanya.

Cinco los miró unos segundos más, pero sus rostros decía la verdad y se desconcertó más cuando la música se detuvo de la nada y miró a todos lados, ¿que fue todo eso?

—¿Cinco? —habló Allison—. ¿Desde cuándo escuchas música en tu cabeza?

—¿Eso que tiene que ver?

—Es su alma gemela —dijo emocionado Klaus—. ¿Quién diría que Cinco tendría uno? —se burló.

—¿De que tontearían hablan?

—Una tontería que es muy real —respondió Diego serio—. Créeme que si quieres que acabe eso de la música debes de encontrarla.

—¿A quien? —preguntó con fastidio.

—A tu alma gemela —respondieron todos.