Almas gemelas || Cinco Hargreeves & Tú.

33.

_____________ abrió los ojos cuando sintió la luz del sol darle en la cara, así que giró para que esta le dejara de dar, dándose cuenta que Cinco ya no dormía a su lado.

Frunció un poco el ceño; ¿donde estaba y porque despertó tan temprano? Es fin de semana.

Su respuesta llego al oír pasos en el pasillo, los de Cinco y de Mr. Pennycrumb. Miro a la puerta y vio como ambos entraban, mientras una sonrisa llegaba a su rostro. Cinco se acercaba a ella con una pequeña pastel en sus manos y una velita encendida.

—Feliz cumpleaños —canturreo Cinco mientras llegaba a su lado.

Su cumpleaños número 23.
Aún no podía creer que estaba en esa dimensión desde casi hace 5 años, de los mejores años a decir verdad.

Los hermanos Hargreeves se intentaban comportar como una familia normal y es que de verdad lo habían intentado. Allison y Luther tenían a su pequeña Lucy de 4 años y al pequeño Billy de un año; ambos con poderes. Lucy controlaba un poco más el suyo, el de manejar la gravedad y Billy manejaba los cuatros elementos.

Diego y Lila no se quedaron atrás y tuvieron a su pequeña hijo, Stanley, de 2 años; y aunque Diego lo negara, ese pequeño Niño había hecho que cambiara tan radicalmente, que no era el mismo. El pequeño Stanley también tenía poderes, telequinesia.

Ben y Jayme se habían casado hace dos años y estaban esperando a su primer hijo, el cual Klaus estaban más que feliz, pidiendo ser padrino del "mini Benny".

Tanto Klaus como Viktor preferían aún estar sin alguna pareja, disfrutando de su vida aún, o eso le había dicho Klaus a su enorme amiga: "fiestas, alcohol y drogas, es mi trinidad".

Amaba su vida ahí y aunque a veces pensara en su familia, no podía evitar sentirse tan afortunada de tener a un chico tan asombraos como Cinco.

Este también había cambiado con los años y todo eso fue por _______________. Sonreía más, era menos sarcástico, alegre y lo más amable que podía, incluso solían reunirse con sus hermanos mínimo una vez al mes.

—Vamos, sopla la vela —le dijo él.

Ella lo hizo y sonrió cuando Mr. Pennycrumb ladro también feliz, haciéndola sonreír.

—Este año mejore aún más en la cocina —le dijo Cinco mientras dejaba el pastel en la mesita de noche—. Yo sé que te encantará.

—Ya lo creo —hablo ella con una sonrisa—. Gracias.

Él también le sonrió y no dudó en besarla.

—La cumpleañera es tan hermosa —le dijo aún abrazándola—. Y es mía.

Ella soltó una sonrisa, mientras el perro subía a la cama y se metía entre ellos dos.

—Y de Mr. Pennycrumb —dijo la chica y abrazo también al perro, quien lambió a ambos en el rostro.

—Y de Klaus —dijo feliz este y entro a la habitación—. Mi bella _______________ —fingía llorar—. 23 años y aún estás hermosa.

Ella volvió a sonreír mientras se escondía en pecho de su novio, quien la abrazó.

—Te dije que era nuestro momento —le recordó Cinco.

—Cierto, cierto —salió de la habitación, pero volvió a entrar tomando una foto con la cámara que traía en sus manos—. Son tan adorables —sonrió y salió.

—Klaus siendo Klaus —dijo Cinco y miró a la chica—. Hubiera preferido que solo fuéramos tú y yo, pero toda la familia se apunto. Llegaran como a las 1.