17.- Rubio, rico y radiante

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Entre el barullo alcanzó a entender que Lockhart había mandado a la enfermería a varios de los alumnos... en su primera clase. Contusiones, golpes, mordiscos de duendecillos de Cornualles y algún esguince... eso sin contar la destrucción de vidrios, pupitres y libros. Tras dar un vistazo y un par de órdenes indicándoles que hicieran cola para recibir tratamiento, Minerva usó la chimenea de las habitaciones personales de la enfermera para ir a hablar urgentemente con el Director.

Los Slytherin llegaron más tarde, agrupados ordenadamente, aunque habían salido de la clase los primeros y estaban más o menos casi ilesos. Habían enviado de inmediato a buscar a su Jefe de Casa con un alumno de otro curso y hasta que este, furioso y soberbio, acompañado de un algo pálido e inusualmente serio Evans no llegaron, no entraron a la enfermería. Sus pequeñas serpientes no tenían nada serio, aunque Pansy estaba por completo histérica.

Poppy se multiplicaba, muy agradecida de la inapreciable ayuda que Severus y Evans representaban. Era altamente inusual que tuviera tantos pacientes. Los Leones se quejaban sin recato y protestaban vigorosamente, en atropellada algarabía. La verdad, por el ruido que armaban, parecía estar a las puertas de la muerte. Y aunque Neville era el peor parado de todos con un muy doloroso tobillo fisurado, era el que más callado de todos estaba, con un gesto de estoica resignación que le ganó una mirada calculadora de Severus. Documentando a golpe de varita en los historiales las lesiones, Severus observó trabajar a Evans con contenido orgullo, incluso mientras ayudaba a la atareada enfermera a ocuparse de los leones.

Sus pequeñas serpientes no precisaban más que la limpieza de algún corte o mordisco, pequeños vendajes y pomadas para las contusiones. Pansy necesitó una dosis completa de poción tranquilizante. La pérdida por chamuscado de una buena porción de su melena la había mandado a una crisis de histerismo de cabeza. Y el dolor de las leves quemaduras de sus manos no ayudaba precisamente a tranquilizarla. Evans no osó hacer uso de su influjo (las emociones de los alumnos eran demasiado caóticas y mantener su propio autocontrol ante el asalto de tan descontrolada turba ya era un esfuerzo) y optó por darle media dosis de poción calmante, tras muda consulta a Severus con sus verdes ojos.

Hermione estaba sentada con cara de limón (agria y regañada) junto a un doliente Ron, mientras la enfermera (finalmente) le cerraba el corte de la barbilla al pelirrojo, cuando las puertas de la enfermería se abrieron de nuevo y un nuevo tropel de alumnos sofocados y con las ropas desordenadas entró por las puertas. Los ojos de Poppy se dilataron y después se entrecerraron con determinación.

La enfermera convocó un nuevo delantal, desechando el que llevaba y retomó su bandeja de curas. Eran los Gryffindor de primero, rodeando a un par de los suyos que habían sido sorprendidos por los rebeldes duendecillos que aun campaban a sus anchas por la arruinada clase de defensa. Ginny berreaba sujetándose una mejilla lacerada. Más calmados y estoicos, virtualmente indemnes; los Slytherin les habían seguido en apretado grupo... no fuera a ser que les acusaran a ellos del desaguisado.

Furioso, Severus examinó rápida y visualmente a su más reciente nidada de pequeñas serpientes y les indicó con un gesto que se apartaran a un lado. No había nadie herido (salvo quizás en su orgullo y amor propio) y la enfermería empezaba a estar abarrotada. La enfermera apretó los labios y Evans supo por sus emociones que Lockhart estaba con el agua hasta el cuello. Con discreción, Severus llamó a uno de sus elfos personales y le entregó un pequeño puñado de notas. Con una minúscula reverencia la criatura desapareció casi silenciosamente. Minutos después, un par de los elfos de Hogwarts aparecieron con enormes bandejas llenas de teteras de tila con hierbaluisa, manzanilla o pasiflora; potes de miel de azahar y servicios de té, diminutos bollitos y pastas salpicadas de semillas de amapola. (NA: todas esas cosas son remedios relajantes naturales)

Una Pareja ImposibleWhere stories live. Discover now