No quería enamorarme nuevamente, ni sentir como me rompían el corazón por segunda vez, tan solo iba a mentir que quería a alguien lo suficiente para mentir un beso.
Cuando juegas con fuego siempre terminas quemándote por más que piensas que esa pers...
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Mi maldito tono de llamada me hace abrir los ojos. Lo tomo del velador para apretarle aceptar y llevarlo a mi oreja, pero me doy cuenta que es una videollamada hasta que escucho sus estúpidos gritos. Me incorporo rápidamente para intentar que Jules no escuche, pero él ya está despierto y mirando a mis amigas extrañamente.
—¡Feliz cumpleaños amiga, te quiero un montón! —comenta por último Violet. Veo como Jules intenta matarme con su mirada, sí que tan solo me sumerjo en mi muerte lentamente.
—¿Estás desnuda Victoria Stephanie Port? —quito mi mirada de Jules para colocarla en el teléfono y ver el rostro de Winner intentando ver más allá que mi cuello.
—Si lo está —le responde Blair —. Mi amiguita ya ha dejado de ser virgen, cuando vuelvas lo celebraremos como se merece al igual que tu cumpleaños.
—Chicas, Jules no sabe que estoy de cumpleaños, sí que luego hablamos.
—Mejor te cortamos, te queremos un montón.
Ni siquiera le tengo que cortar cuando ellos lo hacen por mi. Ellas saben que no me gusta mi cumpleaños, pero las estúpidas no piensan antes de llamar y ahora posiblemente Jules me mande devuelta a la ciudad o peor, termine conmigo.
Eres tan exagerada como Violet.
Cállate.
—Te veo abajo en una hora.
Es lo único que dice para levantarse, tomar sus prendas y salir del cuarto dejándome aturdida, sola y pensando en lo peor.
***
Termino de arreglarme en cuarenta minutos exactos. Me puse un vestido veraniego, ya que hoy amaneció con un sol espléndido y quiero sentirlo en todo mi cuerpo. Ordeno mi coleta para bajar las escaleras. Jules no ha aparecido en el cuarto desde que se fue y tengo miedo de cuan enojado está, si tan solo me hubiese dejado explicar podría entender del porque no le dije.
No fue mi intención no decirle, es que tan solo se me olvido, cuando uno no le gusta su cumpleaños a veces de verdad se le olvida. Llego abajo, pero no lo encuentro por ningún lado. Sus primos me saludan al igual que sus madres, pero ningún rastro de mi novio —mejor dicho, exnovio—y por arte de magia entra por la puerta del jardín. Cuando me ve su rostro está impasible como los primeros días que nos conocimos y no me gusta. Si que pido a todos los santos y los dioses para que me perdone.
—Déjame explicarte, de verdad tengo una muy buena excusa del porque no te dije —le digo más angustiado de lo que quería sonar, pero él ni siquiera se inmuta. Tan solo me toma de la mano y me lleva hacia la salida.
—Entiendo porque no me lo dijiste y no estoy enojado contigo, sí que ahora tan solo déjame mostrarte las cuatro razones del porque tu cumpleaños está importante, ¿De acuerdo?
