*16*

331 30 3
                                    

—El mejor lugar para echar todo afuera —le anuncio apuntando el cartel que dice: Mundo elástico

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—El mejor lugar para echar todo afuera —le anuncio apuntando el cartel que dice: Mundo elástico.

— ¿Tú crees aquí me sentiré mejor? —asiento. Miro entusiasmada el lugar —. De verdad estás loca.

—Vamos —lo empujo por la espalda. Tiro la puerta hacia para caminar a donde esta Liam. Lo encuentro detrás del mostrador revisando unos papeles, al verme me sonríe —. ¿A qué hora cerraras hoy?

—En media hora.

— ¿Nos dejas estar un poco más? —coloco mi cara de perrito arrepentido y el entrecierra los ojos a lo cual yo intensifico más mi ceño.

—De acuerdo, pero una hora no más.

—Eres el mejor —empujo nuevamente a Jules para detenernos en los bancos —. Sácate los zapatos por mientras que me voy a cambiar y si te vas te juro que te mato.

—Está bien.

Sonrió ampliamente para correr hacia los baños. Me meto en un cubículo y me empiezo a quitar la ropa. Entre todos mis errores que he hecho a lo largo de mi vida, el único que no me arrepiento es haberle tirado toda la bandeja sobre la ropa de esa señora y para que mentir si se lo merecía. Escuchar como trato mal a Jules me hizo sentir pena por él, pero luego me enoje porque Jules no estaba sentado en esa mesa para escuchar como esa señora lo trataba mal, en realidad ni siquiera quería venir, sí que digamos que mi torpeza estaba a mi favor en esos momentos.

Salgo cruzando los dedos de que Jules no se haya ido, pero me lo encuentro saltando felizmente. Creo que no ha sido tan mala idea llevarlo aquí. Me siento en el banco para sacarme los zapatos. Pego mi cuerpo a la muralla para tomar impulso y correr con todas mis ganas hacia la alberca de pelotas. Me sumerjo en ellas para sacar mi cabeza. Jules aparece a mi lado y me mira desde las alturas.

—Ves que no están malo, siempre desconfías de mí.

Lo acuso incorporándome. Empiezo a saltar de un lado hacia otro sin acercarme demasiado a él, que está en el otro extremo.

—Nunca desconfió de ti.

—Si claro.

Y llega a mi lado en dos zancadas. Saltamos uno delante del otro sin dejar de mirarnos. Si el supiera el efecto que hace cuando me mira de esta manera no lo haría, tiene una sonrisa en su rostro y sus ojos están brillosos, nada comparado con la primera vez que me vio. Da un paso hacia adelante y todo espacio se esfuma. Estamos en la misma posición que la última vez, pero en esta ocasión estoy preparada para sus preguntas.

—Creo que debería venir más seguido, esto es terapéutico.

Se va dejándome confusa y con el corazón en un puño. Todo el tiempo estaba esperando a que me preguntara, pero el maldito se va dejándome peor que la última vez. Niego con la cabeza, salto un poco más para recostarme y descansar un poco mis piernas. Me muevo entera cuando Jules llega y se acomoda a mi lado.

Bésame sin sentirWhere stories live. Discover now