*22*

288 26 8
                                    

Me bajo del auto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me bajo del auto. Todavía puedo sentir el pitido que dio Jules cuando tuvo que frenar de golpe, un imbécil se cruzó en nuestro camino cuando nosotros teníamos la prioridad, de tan solo pensarlo se me hierve la sangre. Hoy me he levantado con mejor ánimo, sí que me desperté temprano, prepare desayuno y todo con una sonrisa. No pensé que podría sonreír tan pronto, la última que deje de hacerlo pasos meses para que alguien me sonsacara una, pero hoy cuando me desperté por primera vez no estaba sola o con los ojos hinchados por tanto llorar, al contrario estaba rodeada por unos brazos que me hacían sentir en casa y lo único que tenía era una sonrisa grande en mi rostro.

— ¿Todavía estás enojado? —le inquiero tomándole de la mano. Lo veo tensarse cuando se lo pregunto.

—Debería haberle sacado una foto a su matrícula.

—Pero no lo hiciste y déjate de lamentarte, ya pasó y posiblemente ese imbécil haya caído con la policía.

—Eso espero.

Me separo de Jules para ir hacia mi casillero, tengo que pasar por algunas personas que están amontonadas en el pasillo para llegar al otro extremo, pero me detengo cuando veo a mi hermano apoyado en la muralla. Al verme se incorpora y me sonríe. Respiro profundamente antes de acercarme a él porque sé que la conversación que tendremos no será de mi agrado y he tenido tan buen día —entre comillas—que no quiero estar enojada todo el día por una estúpida conversación.

—Hola —me saluda. Le hago señas para que se corra y poder abrir mi casillero. Lo miro de soslayo, se está mordiendo el labio y tan solo lo hace cuando de verdad no sabe que decir.

— ¿Cómo estás? —le atrevo a preguntas.

—Bien, ¿Y tú?

—Genial.

— ¿Te quedas con Jules? —asiento. Guardo mi mochila para tomar mis cuadernos para mi primera clase —. No se lo diré a Fred.

—No tiene derecho a reclamarme nada —le objeto cerrando mi casillero.

—Lo siento, de verdad que lo hago. Yo nunca quise mentirte, tan solo lo hice pensando que era lo correcto, no quería que pasaras por lo mismo, quería protegerte, pero creo que no funciono —baja su cabeza para pasar su mano por su cuello y ahora yo soy la que se muerde el labio.

—No estoy enojada contigo Connor, estoy enojada con mi padre y Fred. Ellos no tenían el derecho de mentirme de esa manera, prefería la verdad sabiendo que esa mujer estaba en su vida, que me hubiesen mentido tan abiertamente, hicieron una vida a mis espaldas y yo todo el tiempo jurando que esa mujer estaba lo suficientemente lejos de nosotros.

—Tienes razón, no deberíamos haberte mentido de esa manera y no tengo justificación para eso, pero tan solo quería venir a disculparme contigo, si me hubiesen dicho que te irías de la casa te lo hubiese dicho hace años, pero no lo sabía, lo siento mucho —doy una paso hacia adelante para abrazarlo.

Bésame sin sentirWhere stories live. Discover now