•Capitulo 04•

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Bueno no le había puesto atención en el momento, y ahora que lo pienso bien en un par de meses más no lo voy a poder tener en el departamento.

Y ahora si me empiezo a frustrar.

Después de unos minutos llegamos a la casa de mi madre y ella se baja despidiéndose de todos. Gio se pasa al lado de copiloto y pongo un poco de música para no quedar en silencio.

La única razón por la que Gio se pasó fue por que yo se lo pedí y quería que cuidara del bebé nuevo.

—¿Te dijeron que estos cachorros crecen rápidamente y mucho?— me dice Gio, asiento y sonrió nerviosa.

—¡Ay si, amiga! No había pensado eso en el momento.— recargo mi cabeza en la ventana y bufo.

—Tienes que conseguir un lugar más grande o enseñarlo a que esté en un lugar chico y sacarlo a pasear a algún lugar— dice.

—Si, bueno. Por mientras se puede acostumbrar a estar en el departamento y que se enseñe— me encojo de hombros, miro a mi amigo por el retrovisor. —Amigo, ¿cuando te regresas a Italia?—

—En tres dias— hace un puchero Gio al escucharlo.

Seguimos con el transcurso del camino hablando de cualquier cosa que nos pasara a la mente.

09 de diciembre del 2019 - Ciudad de México

Me apresuro a salir de mi habitación el timbre está soñando y tengo a Simba ladrando a todo lo que se le permita.

—Simba— guarda silencio mientras me ve. Ayer me encargué de que todos los que entraran al departamento le dijeran "Simba" durante todo el día.

Tenía que hacer algo para que se acostumbrara rápido, es un cachorro muy inteligente y ya le hablas por su nombre y se gira a verte de inmediato.

—Buenos días— saludo a la señora de más o menos 45 años, parada frente a mi.

Son las 7:20 y a las ocho en punto tengo que estar en el set. Hoy no habrá exteriores.

—Pásele, le explicaré que es lo qué hay que hacer...—

—Patricia— dice por mi al ver que trataba de recordar su nombre.

—Si, Patricia. Lo siento soy una persona muy olvidadiza— digo.

—No se preocupe— me dice.

—Bueno mire, es un lugar súper chico, prácticamente solo se encargará de la cocina y de llegar para antes de que me valla al set para ayudarme con el desayuno— digo —Ahora, tengo a un mini cachorro— lo busco mirando a mi alrededor —Por ahí a de andar, solo ayúdeme con darle agua y de comer y por cierto de limpiar lo que deja— digo riendo —por último el súper si me ayudará yo le dejo la lista de lo que se ocupa y durante el día usted puede ir, le dejare para los taxis de ida y de regreso, ¿si?— le digo, aclarando. Ella asiente.

—Si estaba bien— me dice.

—Entonces es todo— le digo —El cachorro se llama simba, lo acabo de adoptar el sábado. Dígale siempre por su nombre— le pido —Y sin golpes hacia el—

—Si, está bien—

Tenía que aclarar ese punto por qué hay mucha gente que golpea a los cachorros y no quiero que ese sea el caso de Simba. La dejo en la sala diciendo que conozca el lugar y salgo del lugar directo a mi habitación.

Termino de alistarme y me demoro como veinte minutos. Detesto tardarme mucho arreglándome por que pierdo mucho tiempo. Me sorprende que Gio no ha salido de su habitación así que optó por mandarle un mensaje diciéndole que ya me voy y que me iré en mi coche, que la señora de la limpieza está aquí.

Me vas a ver ||Ruggarol Where stories live. Discover now