• Capitulo 19 •

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26 de septiembre del 2020
🌎 Ciudad de México, México

Hace veinte minutos que aterrice en México y sigo esperando que Uber me arroje un viaje para poder irme a mi casa, no quería molestar a mi mamá con que viniera conmigo y me llevara a mi casa así que mejor decidí pedir un Uber.

Mi celular suena avisándome que en cinco minutos llega mi Uber y me pongo en camino a la salida del aeropuerto, ni loca me salgo sin que mi transporte esté aquí afuera.

Cuando salgo me encuentro con el coche y me subo rápidamente. En unas horas iría a Seitrack, habíamos estado trabajando en una cancion para lanzarme como solista junto a ellos oficialmente y tengo que aclarar unos puntos y trabajar un poco en la canción.

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Me despido de los chicos y salgo del lugar, había estado buen rato en el estudio y por fin ya podía salir, había quedado con unos amigos para vernos hoy por qué otro día ya no podría, aparte de que vuelvo el martes a Buenos Aires.

Son las cinco y media, solo iría a casa a darme un baño y cambiarme. Tal vez si se puede hasta dormiría un rato.

Tomo el Uber que ya había llego y evito mantener una conversación, mi cansancio no me lo permite. Después de quince minutos ya estábamos afuera de mi casa, pago y bajo del coche, dirigiéndome a la entrada. Dejo mis cosas en el sillón y me apresuro a subir hasta mi habitación con mi celular, pongo un poco de música en la tele y me recuesto en la cama.

Después de 30 minutos sin hacer nada, me paro para irme al baño y tomar una ducha relajante, según yo por qué ya son alrededor de las seis de la tarde y no falta mucho que digamos para ir con los chicos, habíamos quedado de vernos en un restaurante que estaba por aquí y después seguro iríamos a la casa de Nath o pediríamos para llevar. Aunque sigo sin entender por qué no pedimos delivery y ya.

Escucho de fondo Causa Perdida de Morat y empiezo a cantar mientras termino la ducha.

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Los planes habían cambiado por completo, ahora estoy en camino al departamento de Nath por que pediríamos delivery, aunque yo les di la idea me parece mejor. No soy de andar mucho de fuera y así, entonces no dude en decirles.

—Hemos llegado, señorita— le entrego el billete cuando escucho su aviso.

—Gracias, así está bien— le digo, sonrió y me bajo del taxi. Camino hasta la entrada y aviso al guardia que subiré, no tardo estar en el piso de Nath.

Doy solo dos toques en la puerta cuando la puerta es abierta por Pablo, según yo este chico es súper impuntual, pero creo que sirvió el que ahora junto a Dani que sean vecinos de Nath y Simón.

—¡Amiga!— me saluda.

—¡Amigo! ¿Cómo estás?— lo saludo, me acerco y lo abrazo.

—Muy bien, saluda al blog— dice señalando su cámara.

—Oh, claro— le digo riendo —¡Hola!— agito mi mano en forma de saludo.

Entro al departamento y me encuentro con Saak, Nath y Dani. Creo que somos todos.

—Lamentó la tardanza— digo riendo —¡Muero de hambre! ¿Que pediremos?— digo acercándome a Nath. —Amigos hola— continuo salúdanos y por último me acerco a Saak saludándolo por último.

—Yo también, no he comido nada— dice Nath dramatizando. Extrañaba este tipo de reuniones.

27 de septiembre del 2020
🌎 Ciudad de México, México

Me vas a ver ||Ruggarol Where stories live. Discover now