Capítulo 45: No me lo vas a creer

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Tres meses después

En silencio tomo mi taza de café para soplar suavemente y luego llevarla a mis labios dándole un trago. Inuyasha engulle como cerdo el pollo frente a él. Hago una mueca de asco cuando traga y vuelve a llevarse la comida a la boca, cualquiera pensaría que lo estoy haciendo pasar hambre en casa cuando no es así, le he cocinado un par de veces, pero es un malagradecido que no valora el esfuerzo que hago.

—Eso es asqueroso—señalo y él me mira con la boca llena y murmura algo, que asco.

Veo como la silla frente a nosotros se abre y Kagura aparece con una sonrisa pequeña en los labios. Parece realmente incomoda o bueno, tal vez aun siente vergüenza por lo que su hermana hizo, lo cual no fue su culpa.

Debo ponerme en sus zapatos, ella no debe estar pasándola nada bien. De solo pensar en Rin o Kikyo haciendo algo como lo que Yura, se me revuelve el estómago. Al final no tomamos todas las medidas legales, sino que llegamos a un acuerdo donde su hermana estará en un centro psiquiátrico hasta que un doctor de nuestra confianza dicte que ya está en sus cabales nuevamente, claro que tendrá una orden de alejamiento de nosotros. Ella podría en un futuro arrepentirse de lo que hizo, pero realmente ya no la quiero para nada cerca de nosotros, mientras más lejos mucho mejor.

—Hola, Kagome, Inuyasha—saluda Kagura recogiendo los mechones que se sueltan de su recogida coleta.

—Hola Kagura, ¿Cómo has estado?—pregunto tomando una de las galletas con sabor a chocolate que tengo frente a mí.

—Algo ajetreada—me responde mordiendo sus labios—lo siento—murmura bajo mientras agacha el rostro.

Inuyasha bebe del jugo, seguro para no morir atorado con todo lo que comió. Cerdo.

Miro el brazo donde ya no hay nada sujetándolo. Ha ido sanando bastante bien, ya está mucho mejor por lo que ya puede utilizar sus manos, solo que a veces sigue sintiendo dolor en el hombro, lo que me deja claro que aún debe tener cuidado.

—No debes disculparte—le responde Inuyasha. Ella levanta la mirada y parece que se echará a llorar en cualquier momento.

—Sí, pero no crean que yo no hice nada. Ese día, cuando descubrieron que mi hermana fue la causante de todo hablé con mis padres para de esa manera ponerle un alto, les comenté para que la viera un especialista, aun no sé cómo fue que Yura se enteró de esa conversación, pero nunca volvió a casa.

>> Volvimos a saber de ella porque llamaron las autoridades aclarando te disparó, si yo no lo hubiese consultado con mis padres y simplemente la hubiese llevado a que vea a un especialista posiblemente nada de este mal rato habría ocurrido—suspiro mirándola atentamente.

—¿Qué te hace creer eso? Hiciste lo que creíste correcto, no es tu culpa nada de lo que pasó, nadie sabe si las cosas podrían haber ocurrido de una peor o mejor manera, pero tú fuiste una buena hermana que se preocupó de inmediato por ella, eso dice cosas realmente bonitas de ti Kagura—ella suspira y me sonríe tímida.

—Aún no se en que momento ella se obsesionó contigo, Inuyasha—Inuyasha se encoge de hombros y estira uno de sus brazos para pasarlo sobre mis hombros y acércame a él de esa manera.

—No lo sé, pero yo solo quiero que ella mejore y que encuentre la persona que la haga feliz, porque yo encontré la mía—acompaña esas palabras con un beso en mi mejilla.

—Ustedes hacen una preciosa pareja—comenta ella con una pequeña sonrisa.

—¿Y tú?—pregunto curiosa—¿no hay un galán en tu corazón?—ella sonríe y se ruboriza.

Alocado Matrimonio Where stories live. Discover now