Capítulo 3: Esta mierda se enciende

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—Un elegante se columpiaba sobre la tela de una araña—canto mientras Kikyo se ríe de algo que Rin le dice—cuando veía que resistía fue y buscó otro jodido elefante pesado y la tela de araña se calló. ¿Cómo mierda una tela tan frágil iba a aguantar tanto peso? Esa canción me mintió toda mi vida—un toque en mi hombro me hace parar de hablar conmigo misma.

Volteo para respirar lentamente. ¿Alguna vez han tenido un flechazo fuerte por alguién? Creo que es lo normal y casi a todos les pasa, pues eso, mi flechazo fuerte siempre ha sido Akitoki Hoyo. El chico de mirada tierna que ahora me sonríe de esa manera tan preciosa que provoca que quiera babear.

Si, puede que acosaba a su primo, pero fue porque aún no lo conocía.

—Hola Kagome—quiero suspirar, pero si lo hago me vería ridícula.

—Hola Akitoki—el me sonríe, de esa manera que me hace sentir estúpida.

—No sabía que las princesas Higurashi vendrían a la empresa—mis hermanas le sonríen.

—Tenemos un asunto pendiente—dice Rin sonriendo.

—Aunque el asunto es conmigo, no con ustedes—les recuerdo y ambas hacen un además con las manos logrando que ruede los ojos.

—Fallos técnicos en el mensaje de papá, pero te aseguro que él quería que viniéramos—dice Kikyo con una sonrisa.

—Bueno, entonces las dejo. Me alegra verte Kagome, deberías pasar más seguido—lo veo alejarse y suspiro.

—Y sigues flechada por él—murmura Rin con una sonrisa.

—¿Ya viste esa sonrisa?—pregunto en un suspiro patético—él es tan lindo—murmuro.

—Y tan lento también—termina Kikyo mirando sus uñas, la miro de mala manera—¿Qué? Hasta Rin sabe que el chico es muy lento, tú le gustas, él te gusta y aún así no se atreve a más que ser cordial contigo, entonces, si, es lento—ruedo mis ojos.

—Vamos, estoy atrasada y papá tiene una reunión pronto—no puedo dar un paso más ya que la señorita Hitomi aparece frente a mi.

—¡Oh! Kagome, no sabía que estabas de visita en la empresa del padre de mi novio—sus largas uñas acarician su brazo derecho en una clara señal de que me quiere intimidar.

Esta chica de verdad que no me conoce, ella aún no sabe que a mi me patina el coco de vez en cuando y no razono antes de actuar. Esa es una de las razones por las cuales su novio me odia, pero en mi defensa, el traicionó nuestra amistad.

—También es de mi padre, por lo que tengo más derechos que tu—su sonrisa se borra.

—Estúpida—la tos falsa se Rin hace mi sonrisa crezca y los labios de ella se aprieten. Ella por supuesto que escucho como la llaman estúpida.

—A ti te conozco, eres Rin—dice con su voz súper dulce que me da arcadas.

—Y yo a ti, tu eres la chica de mucho amor en sus fotos de instagram—¿mencioné que a veces amo a mis hermanas?

—¿Qué puedo decirte? Inuyasha y yo nos amamos—vuelve a aparecer la sonrisa en su rostro.

—Lo extraño es que las fotos solo tú la subes, sigo a Inuyasha y solo hay una contigo. Una de hace cuatro años—quiero aplaudirle a Kikyo en este momento por ser una acosadora en busca de información y la tenga.

—No sabía que me investigabas, por cierto, ¿quién eres?—mi hermana da un paso al frente intimidándola.

Kikyo es una mujer muy hermosa. Su cabellera azabache que cae como una cascada hasta su trasero, un cuerpo de infarto y siempre está impecable. A ella le encanta la moda, pero no solo tiene zapatos en la cabeza, a la hora de poner su inteligencia en la mesa es una puta cerebrito que le calla la boca a quien sea. Ella rompe cualquier estereotipo de que una mujer puede ser una loca por la moda y zapatos y tener una inteligencia por encima de cualquiera.

Alocado Matrimonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora