Capítulo 33: Locura

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Miro de reojo a Rin observar de manera soñadora a Sesshomaru, quien camina hacia mi con una sonrisa enorme. El ruído de sus pasos contra el suelo hace que varias personas desvíen la mirada para ver a ese hermoso ser que se hace llamar mi mejor amigo.

Cuando llega a nuestra mesa, en un pequeño restaurante, parece sorprendido con la presencia de Rin, se supone que solo nosotros dos íbamos a tener una comida juntos.

Estoy tratando de despejar mi mente luego de que mi rostro protagonizara todos los portales de revistas como la señorita que traiciona a Inuyasha. Hay fotos comprometedoras y muy bien tomadas del día en que Bankotsu se alejó de mi. Se supone que estoy llorando, pero ellos lo pintan como que mi esposo y amante se fueron a los golpes y salí a proteger a mi amante, que ahora, gracias a la "paliza" de Inuyasha no quiere saber nada de mi.

Siempre he dicho que la prensa, en su gran mayoria, solo saben publicar historias que ellos mismos crean. Deberían dedicarse a escribir libros en vez de mierda falsa sobre personas, digo, tienen mucha imaginación.

Sesshomaru al ver toda la mierda y malos comentarios que han publicado sobre mí, decidió que debería comer con él para despejar la mente. Lo comenté frente a Rin y sin que él lo sepa, ella se incluyó en la salida.

—Kagome—él me sonríe y se inclina hasta besar de manera sonora mi mejilla hasta hacerme reír.

—Ya basta—él me hace levantarme para darme un enorme abrazo, ya ven porque aún lo amo, Sesshomaru es el mejor amigo que toda mujer quisiera tener.

—Déjame darte mimos, según escuché mi hermano no ha llegado del viaje—murnura con la boca pegada a mi oreja—además, tenía una semana o más sin verte—ruedo mis ojos.

—Eso porque tú has estado muy ocupado con la novia desconocida—él me regala una sonrisa que casi me hace mirar a Rin, darle una bofetada y gritarle: ¡Lo perdiste!

Y no culparé a Sesshomaru. Mi hermana fue la que se creyó la diva ignorándolo, haciéndole creer que no causaba nada en ella y aún cuando niega rotundamente sentir algo por Sesshomaru, todos sabemos perfectamente que muere por él. Solo hay que ver la manera en la que justo ahora lo mira, pero al darse cuenta de que la observo se recompone y hace un gesto de; ¡Ja! No me interesa nada de lo que ocurre.

Enserio que me dan ganas de golpearla por perder a semejante partido. Sesshomaru es todo lo que una mujer quiere en una relación. Amoroso, pervertido, es tu amigo, es tu novio, es un compañero, como un ayudante, te inspira a luchar por lo que quieres. Y está buenisimo.

—Estoy sorprendido de verte aquí Rin—Sesshomaru le sonríe antes de apretar su mano. Eso me deja muy sorprendida.

Algo está pasando entre ellos, Sesshomaru por más molesto que esté con Rin siempre ha sido especialmente cariñoso con ella, su relación siempre fue algo rara, pero no tan distante como está pasando justo ahora.

—Lo mismo puedo decir de ti, Sesshomaru—yo los ignoro y me siento. Sesshomaru lo hace y Rin le sigue.

—Entonces, estoy curiosa sobre la mujer misteriosa—él sonríe negando.

—Te la presentaré, ella es modelo, una chica bastante dulce—me comenta mientras míranos en menú para ordenar qué comer.

—Me sorprende—dice Rin mirándolo—por lo general siempre te han gustado atrevidas—Sesshomaru enarca una ceja mirándola fijamente.

—¿Desde cuando sabes qué me gusta?—pregunta con tranquilidad mirando la manera en la que Rin se acomoda en su asiento.

—Solo digo lo que he visto—responde con fingida tranquilidad.

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