Catarsis

Capitulo 5: El pasado en el presente

Nathaniel Archer

Con el pasar de los días todo apuntaba a que podíamos ser una familia del todo normal. Eleanor desde que Roxana vivía con nosotros se veía más animada y su alimentación comenzaba a mejorar. Todo iba de maravilla excepto la vida íntima entre Roxana y yo. Me sorprendía la paciencia que tenía ella conmigo y comenzaba a preguntarme si en algún momento lograría enamorarme de ella y comenzar a verla como mujer. Margaret entró a mi despacho y al ver su semblante otra noche de copas y somníferos eran la orden del día con ella.

— Margaret, no estás en condiciones de estar aquí.

— Tu tampoco y aquí estás.

— Hablo en serio.

Sentándose frente a mí con algo de burla encogió los hombros.

— Yo también hablo en serio. Queremos aparentar lo que no somos. Tú quieres aparentar una vida casi perfecta con Roxana dejando de lado el que sigues enamorado de una mujer que en realidad no sabes si murió o no. Y yo..., ya no sé si voy o vengo. Soy una pésima madre, lo sé. Daliah merece una mejor madre y es que hay muy pocas cosas que yo pueda hacer bien.

— Margaret, por favor. Ve a la casa.

— ¿Te avergüenza? Lo sé..., debo dar vergüenza. En fin, no eres quien para decirme lo mal que voy por la vida cuando tú vas peor. Ambos somos unos padres de mierda. Daliah con una madre adicta y Eleanor con un padre ausente adicto al trabajo, al alcohol y llorando de paso a un fantasma. Pero a eso nos dedicamos los Archer, a hacerlo todo mal.

Margaret había dejado las píldoras y el alcohol por una temporada y de momento lo había retomado y todo tenía una razón y estaba casi seguro que tenía que ver con Louis.

— ¿Es por Louis que estás así cierto?

— No se de que hablas.

— Escuché que se ha comprometido con una mujer.

Bajo la mirada para que no viera cómo sus ojos sollozaban pero la verdad era que deseaba llorar y aún después de años de haber renunciado a estar con él, era un amor que no terminaba de olvidar.

— Aún no entiendo porque lo dejaste.

— Yo tampoco entiendo qué haces con Roxana.

— No es lo mismo

— Tienes razón, no es lo mismo. Yo renuncié a él para que fuera feliz. A mi lado no lo iba a ser nunca y tenía razón. Está comprometido y se va a casar.

— Fuiste una tonta al alejarte de él.

Chasqueado la lengua respondió con desgano.

— Fui realista. No puedo hacer el amor con el ni con nadie. Llegaría el momento en que eso crearía conflictos y aunque me amara nadie aguanta una relación sin sexo. Y ahora tiene una mujer con la cual tener sexo, tener familia y ser feliz..., aunque me duela.

Creo que los Archer estábamos locos por completo. Comenzaba a pensar si realmente estábamos sacrificando a nuestro amor para un hacer un bien o éramos unos gilipollas. Creo que éramos unos gilipollas. Yo por estar con Roxana y Margaret por amar a un hombre que se casaría con otra. Sin embargo ella tenía la oportunidad de realizar su amor en cambio yo, no tenía esa opción. Los días eran exactamente iguales. Diez horas en la empresa, cenas de negocio y una vez a la semana cenar en la casa junto a Roxana preparándome para escuchar alguna queja. Pero sorprendentemente en aquella ocasión no ocurrió. Roxana cenaba en silencio, Eleanor apenas tocaba el plato y yo más incómodo no me podía sentir. El silencio era más que incómodo e intentando cortar con la incomodidad comenté.