Capitulo 1: Con el pasar del tiempo

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Nathaniel Archer

Londres, 2025

La esperanza era algo que nunca había existido en mi diccionario. Cada año hace cinco años eran un infierno. Pretendía seguir viviendo para morir en cualquier momento. Si seguía allí, era por Eleanor aunque verla a ella también era un castigo. Cada vez se parecía más a Catalaia. «La vida sigue» decían todos, lo que no comprendían era que mi vida era a Catalaia. Me resigne a vivir sin ella, a recordarla y sufrirla en silencio. Ese día era la fiesta de cumpleaños de Eleanor y la verdad, yo no estaba para nada concentrado en nada de eso. Aunque me había resignado en que tendría que vivir sin ella, no podía dejar de buscarla, en algún lugar tenía que estar. Margaret entró al despacho con el rostro triste y al verme suspiró algo temerosa por mi reacción.

— Nathaniel, Roxana llegó. Te está esperando junto con Eleanor y los demás invitados.

— No iré

— Es el cumpleaños de tu hija. Eleanor comienza a preguntar si la quieres. Apenas le prestas atención.

— Estoy ocupado. Bastante he hecho con aceptar la fiesta. Déjame solo, estoy ocupado.

Margaret sin decir más, salió del despacho y yo lo único que quería era por un momento, desaparecer. Seguía mirando las investigaciones de los últimos tres años y ningún investigador daba con ella. En la policía habían cerrado su caso alegando que por el tiempo que había pasado, lo más probable es que estuviera muerta. Pero yo no me resignaba a creer que Catalaia había muerto. Al rato volvieron a tocar la puerta y harto grité.

— ¡Quien es!

La puerta se abrió lentamente y Eleanor entró algo asustada con su osito en la mano algo solloza. Se acercó al escritorio y mirándome con miedo preguntó.

— ¿Papi, No vas a venir a mi cumpleaños?

— Estoy ocupado, Roxana está contigo.

— Pero papi yo quiero que...

— ¡Que estoy ocupado te he dicho! Sabes que no puedes interrumpirme cuando estoy trabajando Eleanor.

Comenzó a gimotear y bajando la cabeza respondió.

— Pero siempre trabajas mucho papi. En mi otro cumpleaños tampoco viniste.

— ¡Que te vayas!

Salió corriendo del despacho y realmente todo en mi vida era un infierno. No tenía idea de cómo podía soportar día tras día. Me dolía tener a Eleanor cerca, la alejaba de mí lo más que podía para protegerla de mí, de la amargura que día a día me consumía sin detenerse. En algo Margaret tenía razón, Eleanor necesitaba una mamá y para eso estaba Roxana. Un año con ella era también otro suplicio a mi vida. Intentaba amarla, enamorarme pero simplemente mi corazón se había secado cinco años atrás. Comencé a escuchar cómo comenzaron a cantarle cumpleaños a Eleanor desde mi despacho y derramando lágrimas me cubrí el rostro sin saber qué hacer con mi vida. Era el peor de los padres, y eso no había forma de arreglarlo. No podía amar, no sentía nada y lo único que me llenaba era el trabajo y el alcohol. Su recuerdo taladraba mi mente, no me dejaba vivir y en ocasiones solo quería morir para no seguir extrañándola. Recordaba su sonrisa, su rostro, su voz y tenía miedo de comenzar a olvidarla en algún momento con el pasar de los años.  Pero más dolía porque en el fondo sabía que lo más probable era que Catalaia estuviera muerta.

— ¿No deberías estar en la fiesta con tu hija?

Al levantar la mirada ahí estaba la mujer que por un año estaba a mi lado sin saber exactamente porque aguantaba una relación como la que teníamos. Pero siempre estaba ahí, junto a mi y Eleanor.

Catarsis Where stories live. Discover now