Epilogo

5.1K 490 98
                                    

Catalaia Archer

Hay tantas cosas en la vida que no tienen explicación..., hay infinidad de cosas que aún no logro comprender ni entender pero que he dejado atrás. A lo largo de todos estos años creo que pude conocer la maldad, el odio, el rencor y el desamor como también conocí el amor, la bondad, el perdón y la sensibilidad de las personas. Conocí el amor en un hombre maravilloso, un hombre que entró a mi vida como un torbellino poniendo todo de cabeza. Un hombre que sin planearlo me había comprado y al hacerlo había robado mi corazón. Recordaba el primer día en su casa y no pude evitar sonreír. Lo miré y caí rendida a sus ojos aunque lo odiaba por soberbio. Aquella mañana cambió mi vida radicalmente. Entregarme a sus labios y luego a su cuerpo hizo que en mi renaciera una mujer que llevaba dormida en algún rincón de mi cuerpo. Junto a él descubrí el placer del sexo, el placer del deseo y el placer de amar en cuerpo y alma. Nadie dijo que el amor era fácil, de hecho era una mierda en muchas ocasiones. Antes de  Nathaniel, yo tenía  un concepto de amor tan errado, creía conocerlo cuando no tenía ni idea de lo que era realmente amar. A su lado conocí el lado difícil, el lado doloroso y áspero del amor, ese mismo que nos enseñó a perdonar y dejar el pasado atrás. Ahora ya nada se interponía, todo era hermoso y el pasado por fin había dejado de doler. Judy era un pequeño ángel que en el cielo nos aguardaba y ya no la recordaba con dolor, la recordaba como un pedacito de mi que me esperaba en un lugar mejor que donde nosotros estábamos. Después de tantos años me sentía capaz de vivir plenamente sin odios ni demonios en el armario. Sonreía y al mismo tiempo lloraba, hacía tiempo que no lloraba de alegría. Cruce mis brazos y recostando mi cabeza en el marco de la puerta cerré los ojos y una voz suave y grave al mismo tiempo arropo mi oído e inevitablemente sonreí.

— En que tanto piensas, hermosa. 

— En lo feliz que soy, en lo afortunada que soy al tenerte a ti y la familia que me has dado.

Nathaniel me abrazo por la espalda y besando mi cuello susurro

— Eres mi todo, pequeña. Sabes..., creo que nos da tiempo

— ¿Tiempo?

Asintió con la cabeza

— Tiempo para chuparte, muero por abrirte las piernas  y hacer que mi boca te saque gemidos. Quiero..., quiero saborearte hasta que tú misma me pidas que me detenga.

Ya tenía la vagina mojada, las piernas temblorosas y la voluntad y abstinencia pendiendo de un hilo. La polla de Nathaniel comenzó a marcarse duramente sobre su pantalón y eso era lo único que necesitaba para perder el control. Sonreí y buscando contenerme respondí.

— No podemos..., ya mismo comienza la ceremonia.

— Cinco minutos..., en cinco minutos puedo llevarte a las estrellas y traerte de regreso.

Repose mis brazos sobre sus hombros y mordiendo mis labios sonreí ya con la picardia encendida.

— ¿Como en los viejos tiempos?

— ¿Viejos? Siguen estando muy presentes y te lo voy a demostrar.

— No..., pueden pillarnos además...

— Shhh — Me tumbó sobre el sofá de la biblioteca con una sonrisa pervertida — Te tengo unas ganas que no creo que aguanten toda la ceremonia.

Yo se las tenia aun mas, cuando se formaba ese bulto entre sus piernas no había forma de negarme a ser suya. Ese color rosado que adquieren sus mejillas no solo me ponía a cien, sacaba la morbosa a relucir. Su boca era morbosa, lujuriosa y tenía una destreza sobre mi clítoris deliciosamente perfecta. Le gustaba, no sé porqué pero tenía una fijación casi obsesiva con comerme el coño. Lo que en un principio me apenaba, ahora me excitaba. Bajó con suavidad mis encajes y abriendo mis piernas a capacidad se quedó observando mi vagina como si de un manjar se tratase. Tenía el corazón a punto de infartar, sus manos lograban hacer arder mi pie y su aliento, su boca entre mis piernas estremecieron cada célula que compone mi cuerpo. Era cálida, juguetona y ligera sobre mi clítoris. No dejaba de clavar sus pupilas en las mías y con esa sonrisa pícara hizo sonar su voz.

Catarsis Where stories live. Discover now