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Silencio.

Dolor de cabeza.

Silencio.

Dolor de espalda.

Silencio.

Dolor de labio. 

Silencio. 

Me pica la cabeza...¿Por qué mierda sigo llevando una bandana?

Silencio. 

- ¡ME CAGO EN LA PUTA DANI! ¡¿QUE COÑO HA PASADO AQUI?!- el grito de Dylan hace que tanto pasajeros como azafatas nos miren con mala cara. 

- Definitivamente no pienso volver a Las Vegas- susurro mientras observo como despegamos dejando atrás la ciudad del pecado. 

- ¿No me jodas?... mierda esto deja a Zach Galifianaquis por los suelos.

-¿A quién?- pregunto extrañada. 

- No quiero que me hables hasta dentro de un par de meses- ignora mi pregunta. 

-¿Hasta que nos absuelvan de todos los cargos?...- pregunto cabizbaja. 

- Cinco putos días Dani, cinco días y estamos acusados de tráfico de drogas, armas y mujeres. De prostitución. De portar armas blancas, de pertenecer a un crimen organizado, de robo y asalto a un hospital, un jodido hospital- sisea- y de escándalos público-finaliza. 

- Y de celebrar una boda por conveniencia.

Al recibir su mirada, sé que definitivamente debería de haberme callado. 

Os voy a resumir brevemente todo. 

Primer día: Nos encontramos con Jared y nos llevó a su estudio para hacer el diseño del tatuaje. Todo bien. hasta que, por la noche, decidió llevarnos al club de strippers donde trabaja ahora Casidy, bueno, más bien trabajaba. Hubo un poco de revuelo, en realidad, nada más aparecer en la línea de visión de la perra se nos tiró a la yugular gritandonos que por nuestra culpa, sus padres la habían retirado todo. Por el tema aquel de la venganza. Les dejamos en ridículo. Cuando el dueño le tiró a la calle duimos tras ella, nos volvimos a pelear, jodidamente delante del Cesar Palace, vino la policía, y tal y como ella iba vestida la acusaron de prostitución, y yo que la tenía agarrada por el cuello de ser su chulo... la zorra no lo negó. Vas a caer conmigo, me dijo. Al final Dyl me pagó la fianza y por ello lo añadieron como posible socio de mi manejo en la prostitución. 

Segundo día: Nos emborrachamos hasta el culo, creo que nos desnudamos a eso de las cinco de la mañana en la jodida fuente llena de gente por todos lados. Dylan trató de nadar en ella tirándose desde el balcón que tiene para visualizar el espectáculo mejor. Nos dieron una llamada y... la hice yo...  ¡Solo tenía a una persona en mente que nos sacaría de allí! Ryder, definitivamente no debí llamarlo. Cuando Dylan lo vió aparecer casi le da un infarto, no por sus tatuajes y piercings, más bien por el chaleco que indica ser presidente de un club de moteros, con una muy mala reputación. Y fue peor cuando nos llevó a su jodida sede...donde conocía a...todos. Fue una época un poco mala de mi vida ¿de acuerdo? pero son todos buenos chicos, excepto por el tráfico y los asesinatos, pero a mi no me afectó...mucho. Pues la policía cuando lo vió aparecer, a parte de acojonarse, incluyero en nuestro registro que perteneciamos al club. 

Tercer día: Le debíamos un favor a Ry, era simple y rápido, llevar un coche a un estacionamiento. Lo que no sabíamos es que dentro de él había como tres quilos de coca y cuarenta A-ks rusas. Cojonudo. Sacaron nuestras huellas cuando lo dejamos, el comprador no apareció después de abandonarlo, lo encontró la poli. Ry tuvo que sacarnos. Otra vez. Pero antes de eso nos emborrachamos otra vez. En el club. Y fuimos a tatuarnos. Dyl salió con un oso amoroso en el estómago, yo con unas alas en las clavículas. Y otro tatuaje un poco más pequeño...Pues resulta que nos dolía un montón y con Ryder y Dylan, decidimos ir al hospital más cercano a pedir medicamentos, no nos los dieron y decidimos robarlos. Nos pillaron. Tres borrachos no pasan muy esapercibidos. El club nos tuvo que sacar a los tres. Otra vez. 

Cuarto día: Esto juro que no lo entiendo todavía, solo robamos los bates de la cancha de beisbol, parecía divertido, hasta que nos pilló la policía. Nos sacaron, esta vez Jared. Otra vez. Dijeron que portábamos armas blanca en medio de la calle Strip. Pffff...

Quinto día: Nos emborrachamos, un poco más. Y conocimos a una pareja encantadora en las mesas de póker, dijeron que estaban aquí para casarse y como nosotros nos convertimos en sus "mejores amigos" en un par de horas, debíamos de ser los testigos de su boda. Luego apareció la policía y dijo que Kalhí era un mafioso hindú que huía de la ley, y le pagó 20.000$ a Kitty para que se casasen y así poder tener la nacionalidad. ¿Qué demonios iba a saber yo? ¿en serio? ¿Un mafioso Hindú? 

Así que eso, lo resume todo un poco. 

Al final la agente Royers, un encanto en realidad, una vez que la conoces a fondo, nos hizo explicarle absolutamente todo, ya que en cinco días estuvimos unas seis veces en la comisaría de Las Vegas. Nos dijo, que una más y hubiesemos batido un record. 

Nos dejaron ir, pero no podríamos volver a Las Vegas en treinta y cinco años, y tendríamos un juicio en unos meses. Gracias al cielo mi madre y el Señor Millones, no dieron señales de vida, lo mismo desde hacía meses. Además perdí mi teléfono movil, la primera noche. Ah, y dejamos una cuenta (pagada) de 40.000$ por nuestra suit. Decidí pagarlo, porque no sabía que habíamos hecho realmente, y no me apetecía preguntar. 

Fueron unas jodidas e interesantes vacaciones. Aunque no me llevé el tatuaje que yo quería, las alas en la clavícula son el símbolo de las mujeres que pertenecen al club, bueno más bien de sus putas, ya que no tienen mujeres, pero me dijeron que yo era especial. Lo que cabreó a Dylan, porque no entendía nada. 

Pero miradlo por el lado "bueno". 

No me dió tiempo a follar con nadie. 

Así que técnicamente, no le he puesto los aparentes cuernos a Travis, en nuestra aparente relación. 

Y me voy con su nombre tatuado en el el hueso pélvico. 

Si...

Definitivamente hicimos justicia a la Ciudad del Pecado. 

Como mi tintaWhere stories live. Discover now