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- Te odio mucho ¿lo sabes?

Había sido un día fantástico, primero "La Venganza", así se llamaría de por vida según los chicos. Mi conversación con Linda, definitivamente sería una buena amiga. Luego conocer a Lily, en serio ¿esa niña? jodidamente increíble, ¿y ver a Travis con ella? Nos regañaba cada vez que decíamos un taco...no en serio, imaginese a Travis regaándo a cualquier ser humano por decir malas palabras, el infierno se congelo. Me pase toda la tarde hablando con la loca en miniatura. Los chicos, Car, Colt, Alex y por supuesto Linda, vinieron a cenar, pero llego un momento en el que la conversación tuvo dos rombos rojos, y Lily tuvo que ser resguardada en casa de Travis con su madre. 

- Y ¿eso por qué?- Los ojos de Travis se achican en mi dirección. Una vez todos se largaron y nos dejaron en paz subimos a mi pequeño balconcito, con dos cervezas, nos sentamos en el suelo, yo en su regazo y este comenzo a acariciar mi cabello...mmmm....

- Mi baba se cae cada vez que te veo después de tu pelea hace unos meses, y todavía no has intentado propasarte conmigo...

Su pecho comienza a temblar en mi espalda por el ataque de risa, en unos segundos nos encontramos retorciendonos de la histeria. 

- Asi que...¿quieres que me aproveche de ti?- esa voz ronca y maravillosa que te invita a hacer todo tipo de locuras es susurrada en mi oido. Tiemblo cuando da un pequeño mordisco en el lóbulo de mi oreja y una respiración soñadora sale lentamente de mis labios.

- Que locura ¿no?...- su mano se posiciona en mi cadera y comienza a hacer pequeños circulos- yo no dije nada de eso...- mi voz esta inundada de deseo. Y dios, lo quiero tan malditamente tanto.

- Es una pena que no lo hayas mencionado...- esa misma mano remueve el dobladillo de mis pantalones de yoga, haciendo que la punta de sus dedos se pierdan en el interior- Es de mala educación coger algo sin permiso- Su mano sigue avanzando lentamente hasta encontrarse con la tela de mi ropa interior- No me sentiría bien conmigo mismo si lo cojo sin educación...

- Creo que la educación esta sobrevalorada en estos tiempos- Su mano encuentra mi punto cálido, la yemas de sus dedos están a escasos milimetros del lugar en el que debieron de estar desde hace tanto tiempo que no puedo evitar entornas los ojos con la anticipación.

- Me enseñaron desde pequeño a ser educado...- por fin llega a ese punto, un solo toque, hace que todo mi cuerpo se tense en el estado de relajación en el que estamos- Pero solo con aquellos que lo merecían- Traza pequeños circulos sobre ese botón hinchado y suplicante- ¿Tu lo mereces Dan?- su voz es cada vez más dura y ronca, como si le costase entablar una conversación, definitivamente a mi me cuesta escuchar y prestar atención- ¿Dan, mereces que sea educado contigo?

- ¡Oh joder! ¡A la mierda la educación coño! ¡Meteme ya los dedos!- desesperación, esa es la palabra. Anhelo y necesidad absoluta. Vuelve a reirse y es como una jodida melodia. Dios...me estoy volviendo hasta blandengue...

Dan, Dan, Dan, tan ansiosa tan demandante como siempre.

- Aaaaaaaaaah- introduce dos dedos de golpe, dolor, alivio y total placer mezclados en uno. Grito un gemido o un maullido mientras lanzo mi cabeza sobre su hombro y comienzo a cabalgar sus dedos.

- No Dan. Yo- dice con rudeza. 

Pasa su brazo libre sobre mi cadera sujetándome fuertemente a su cuerpo, su barbilla sobre mi hombro mientras con una tranquilidad desesperante remueve en mi interior, ensanchando y estimulando. 

- Asi que, mientras peleaba ¿estabas cachonda?- dios lo voy a matar como no empiece a darle caña.

- Si Travis, estaba jodidamente cachonda- sollozo. 

- Tus bragas ¿estaban húmedas?- aumenta el movimiento de sus dedos.

- No...chorreaban.

- Joder...- suspira en mi cuello- ¿Qué hiciste al llegar a casa Dan? ¿Te masturbaste?¿Hiciste esto mismo tu sola?

-Si...- gimo cuando sus dedos se vuelven totalmente frenéticos. 

- Y ¿Jared? ¿El te ponía así? ¿Totalmente plastilina en sus manos?

- No, no, solo tu- Ya no se ni que digo, que hablamos, mi cerebro no tiene filtro. Mis caderas comienzan a hacer pequeños circulos acompasados con el movimiento de su muñeca. No se cuantos dedos empujan, no se que está golpeando mi clitoris, pero voy a explotar. 

- Así me gusta, bebe- No se como lo hace, pero lo consigue, más rapido, mas deseoso. 

Y convulsiono con un gemido desgarrador, suelta mi cadera cogiendo con su mano ahora libre mi barbilla y girando mi cara, se alimenta de mis ruidos saborea mi boca abierta por el interludio con su lengua, muerde,debora y sabotea, mientras sus dedos siguen siendo ahorcados por mis músculos en mi interior. 

Finalmente colapso contra su pecho, jadeando y en busca de aire. 

Mierda, eso fue intenso. Apoya su frente sobre mi cabeza y puedo sentir su polla increiblemente dura bajo mi cuerpo. No puedo esperar a recuperar todo mi aire y...

- Grandioso espectáculo chicos, esta noche no necesitaré porno. 

Giro la cabeza y me encuentro en el balconcito contiguo al mio, a mi querido, cabrón e insoportable mejor amigo con una sonrisa ladeada. 

Puto Dylan. 

Como mi tintaWhere stories live. Discover now