-19-

16.4K 1.1K 94
                                    

- Así que dejame a ver, si lo entiendo bien... tienes el síndrome de bolas azules desde hace más de dos años...casi. Es decir, llevas tanto tiempo sin una follada que probablemente tengas no solo un nido de telarañas, si no que seguramente guiados por las leyes de los polvos, seas virgen otra vez. Y ahora resulta que se presenta aquí, en tu casa "hola soy señor gran follador nivel preligroso experto" con el cual has hecho mucho más que jugar a las casitas durante años. Pero además resulta que también está aquí "hola soy el soldadito cachondo con problemas para mirarte y por eso no te hablo" , Y tienes tu coño pensando en uno, y tu corazón en otro. Pero estás tan jodidamente húmeda que tus bragas pesan. Uno está en plan "te voy a dar duro contra el muro" y el otro es más como "no me mires que me desmorono y me da un ataque psicótico"

La última señora que paseo frente a nosotros sentados en un banco del parque salió corriendo por las palabras que salian de la boquita de Dylan. 

Yo, simplemente asiento, porque tiene razón, es exactamente como me siento. 

- Bien, creo que necesitas helado y un consolador más grande. Tal vez uno de esos con doble función y movimientos acelerados, que tenga por lo menos seis niveles de vibración, desde "Huy que gustito" "Coño que implosiono". 


Me mira y yo alzo una ceja, porque definitivamente, mi mejor amigo,  no me está ayudando una mierda en mi calvario mental. 

- Creo que podríamos prescindir del helado y gastar ese dinero, no se, en lubricante tal vez. 

- Dylan- digo seria. 

- Nena, tu vida es una mierda y tus bragas están deshechas- vuelvo a asentir- Si juego a los psicólogos te digo que Travis que está en la mierda profunda de su oscura cabeza hueca. Ahora mismo, eso no es lo que necesitas, porque tu ya has pasado tu propia mierda, juntando que tal vez, hemos sido unos amigos de mierda, y el único que se ha portado ha sido Ky- no sabía que se había dado cuenta- Yo solo quería darte un espacio, que evidentemente necesitabas, pero obviamente, no se hizo bien, asi que podemos ignorar eso y volver a ser como de verdad somos. Por otro lado, Ryder es alguien con el que siempre has contado, y seguiras contando, te resulta familiar, en todos los aspectos. Pero he aquí la cuestión. Si te follas a Ryder, que es básicamente lo que necesitas, después de ver el show de esta mañana en la terraza, nuestro desquiciado soldado se volverá loco, más aún, pero si tu no lo haces, si no recibes esa atención y ese cariño te perderás un poco más. 

Joder. que bien me conoce. 

- Por lo que yo voto, que te tires a Ryder. No se cuanto tiempo va a estar aquí, pero puedes aprovecharlo al máximo. El problema, solo con verlo y saber como eres durante el sexo, estoy seguro de que ninguna pared hará de aislamiento para no saber que ocurre en esa habitación, asi que Travis, va a saber perfectamente lo que estás haciendo. Pero oye, el lleva de putas más de seis meses, está libre en ese campo. Tu no. El no te lo quiere dar ahora, buscalo en otra parte, como hizo él.  

- ¿Me acabas de dar el sermón de tu vida, para simplemente decirme que me folle a Ryder?- me mira directamente a los ojos, de forma seria con sus labios apretados en una fina linea, al igual que hace cuando tiene que resolver un gran problema. Para simplemente decir. 

- Si. 

Suspiro y entrecierro los ojos hacia el, con esa mirada que dice "no me has ayudado una mierda". 

- No mates al mensajero.

- Esa frase no tiene nada que ver ahora mismo- le digo de forma cortante con los ojos todavía entrecerrados. 

- Es que cuando tienes esa mirada me confundes. 

Inevitablemente me río y termino apoyando mi cabeza sobre su hombro mientras miramos hacia el estanque. Dylan pasa su brazo por mis hombros y me permite acurrucarme mejor. 

- Te he visto bastante hundida estos últimos años, has pasado demasiada mierda toda tu vida. Es hora de que hagas por una vez lo que te salga de dentro sin pensar realmente en las consecuencias, pequeña. Sin pensar por una vez en los demás. 

- No es cualquier persona, es Travis. 

- No conoces a ese chico, nena. Ha cambiado, tiene que ser él quien de un paso adelante y comience a hablar y a darse a conocer, no podemos obligarlo o apresurarlo. ¿Vas a esperar más tiempo? ¿De verdad? ¿Quieres eso?.

- No. 

- Entonces no necesitamos ni el helado, ni el super vibrador ni el lubricante. Vamos a comprar condones, muchos condones. Porque la última vez que una amiga mia lo hizo a la desesperada, apareció sorpresa a los nueve meses.

-Una sorpresa muy linda- digo con una sonrisa. 

- Si, maravillosa, pero no quiero más premios hasta dentro de unos cinco años ¿de acuerdo? si no quieres condones, hazte lesbiana- dice en voz alta, demasiado alta. 

- Oh por el amor de dios bendito- una señora camina traumada frente a nosotros completamente ruborizada y agachando la cabeza. 

- ¡No se altere señora! Nunca se haría lesbiana, le gusta el semen tanto o más que a mi- le grita.

- ¡Dylan!- golpeo su estómago con mi puño. 

- No...Dylan no... va a ser algo más como ¡Oh si Ryder! ¡Si! ¡Más! ¡Monta esta moto como se merece!¡Joder! ¡Follame más fuerte!- dice mordiendose el labio mientras se manosea a si mismo con los ojos entornados. Me resulta inevitable retorcerme de la risa. 

- Oh madre mia...- susurro todavía riéndome. 

- Si, probablemente eso también le sirva- vuelvo a golpearlo y este termina haciendome una llave en el cuello y despeinándome- Vamos pequeña desesperada, necesitas hacer compra de globitos. 

- Deja de llamarlo así, mira lo que pasó la última vez, que lo llamaste globito. 

- Oh si, fue genial ver la cara de Car mientras su pequeña bebé se llevaba el condón a la boca para inflarlo. Esa jodida niña ya apunta maneras ¿sabes?

- Por supuesto, tiene una magnífica tia- respondo orgullosa. 

- Que Dios, ampara a Sara en su futura loca vida.

Ruedo los ojos y golpeo nuevamente su estómago. 

Wiiiiihuuuuuuu capítulo terminado, gracias a la colaboración de mi increíble amigo Pablo!!! jejejeje 

Dedicado a @PazIvaldi gracias por tus coments!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! eres genial!!

Como mi tintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora