Cap. 36

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Sacrificios son hechos para bien

Capitulo Treintaiseis.

Christopher

Que llegara al territorio Malok y ningún lobo me detuviera solo hizo que los vellos de mi nuca se erizaran en un mal presentimiento. No podía equivocarme en esto. Podía oler a vampiros aquí. Sangre real. Corrí por la zona boscosa lo mas rápido que me fue posible, cuando llegue a la aldea mis sospechas fueron irrefutablemente confirmadas.

Tamara estaba de pie encima de una roca como si se tratara de un altar, al menos unos ocho guardias reales se imponían a su alrededor, cada uno armado con sables de plata. Claramente no estaban aquí en son de paz. Mujeres y niños observaban la escena desde sus casas mientras que los hombres, la mayoría de ellos trasformados mantenían posiciones defensivas. ¿Por qué ninguno de los dos bandos atacaba? Parecían estar esperando algo. Mi estomago se apretó con angustia ¿O a alguien?

Nadie noto mi presencia y me asegure que Chelsea permaneciera atrás. Por el rabillo del ojo vi como un lobo de impresionante estatura se aproximaba trotando. Los guardias levantaron sus armas para en cualquier momento atacar. Detras del lobo dos personas venían caminando. Reconocí a Damien caminando con tanta confianza como si solo estuviera tomando un paseo en el bosque, su único signo de tensión era su brazo que sujetaba firmemente la cintura de Alisha.

Supe en ese instante que era la primera y única vez que me aliviaba que ese hijo de puta estuviera a su lado. Sabia que el no permitiria que lastimaran a Alisha.

Una sonrisa de satisfacción se desplego en el rostro de Tamara y bajo de la piedra con un brinco grácilmente. Alisha trato de dar un paso en frente pero Damien la detuvo y susurro algo en su oído. Ella cedió. Apreté los dientes al pensar en que Alisha nunca fue tan obediente conmigo. Lo que sea, eso no es importante ahora. Concentrate.

-“Alisha, que bueno verte”- Dijo Tamara acercándose a ellos. Se relamio los labios mientras le echaba un vistazo.

-“Desearía poder decir lo mismo”- Escuche responder a Alisha, lo que arranco un carcajada sin humor de Tamara. Tome unos pasos más cerca de la escena.

-“Bien, no quiero tomarte mucho tiempo Malok. Debo suponer que tu segundo en mando ya te explico el trato”- Comento Tamara dirigiéndose a Damien. El redujo su mirada en Tamara y tomo un paso más cerca de ella poniendo a Alisha detrás de él. Los guardias hicieron lo mismo con Tamara pero ella los descarto con un movimiento de su mano haciéndolos retroceder.

-“No voy a entregártela”- Gruño Damien avanzando hasta que estuvo invadiendo el espacio personal de Tamara. Él era al menos una cabeza más alto que Tamara y ella lo miraba con aburrimiento como si solo fuera un insecto. Bien, yo sabia muy bien que Damien no era nada comparado con la fuerza que poseía Tamara pero al menos serviría de distracción hasta que lograra sacar a Alisha de aquí.

-“¿Y que opina la pequeña demonio sobre esto?”- Replico ella desviando su mirada hacia Alisha detras de Damien.

El ni siquiera espero a que Alisha abriera la boca, lo cual estuve agradecido ya que conocia lo suficientemente bien a Alisha para saber que ella solo meteria la pata. Con un movimiento de su cabeza ordeno al lobo que lo acompañaba a atacar y este se abalanzo sobre Tamara. Pero no llego ni a acercarse un poco. Un guardia bloqueo su avance, blandiendo el sable. Sangre salpico el suelo y un aullido de dolor quebró el silencio.

Esta acción provoco el caos.

Todos los lobos de la manada se abalanzaron sobre los guardias y los pocos que aun no se había trasformado, cambiaron de forma uniéndose a la batalla. A pesar de que eran ocho guardias contra una manada entera de lobos se lo estaban manejando muy bien. No era nada que no hubiera visto antes. Los guardias reales eran entrenados por los mejores y solo se les era permitido servir cuando tenían mas de 100 años de entrenamiento.

La Normalidad es RelativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora