Cap. 25

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Las cosas malas vienen de a tres... o cuarto

Capitulo Veinticinco.

Alisha

Habia dejado atras tres estados al menos desde la ultima vez que vi una señal de trafico. Solo me habia detenido en las estaciones de servicio para llenar el tanque de gasolina e ir al baño. Tampoco habia pasado tanto tiempo a pesar de toda la distancia que habia recorrido, solo habian pasado otras 24 horas lo que queria decir que llevaba 48 horas despierta. Se supone que deberia de estar cayendome de sueño o al menos teniendo alusinaciones, pero no era asi. Estaba y me sentia completamente despierta.

Solo podia ver hacia adelante. Eso me hacia sentir mejor. Solo enfocarme en conducir. Lo que no era algo muy facil cuando solo tenias una sola pierna funcional. Pero aun asi los eventos pasados se reproducian en mi cabeza contra mi propia voluntad a pesar de que trataba de bloquearlos con todas mis fuerzas. Habia dejado de llorar hace unos 20 kilometros y no queria comenzar otra vez.

Solo queria borrar todo y comenzar de nuevo. El problema era que no sabia a donde iba y tampoco tenia deseos de parar. Algo que me preocupaba era que la ultima estacion de gasolina habia sido hace 6 horas y el tanque ya estaba casi vacio. No me importaria si estuviese en una autopista o algo parecido ya que podria detener a alguien y pedir ayuda, pero habia dando tantas vueltas y giros al azar que termine en una carretera de una sola direccion, colina arriba, totalmente desierta.

La carretera estaba rodeada de altos y frondosos arboles que hacian que el dia se viera mas oscuro de lo que en realidad era. Tambien habia notado que la temperatura habia bajado unos cuantos grados.

Podia ver algunas cabañas en la proxima colina y cruce los dedos porque pudiera llegar hasta alli y pedir ayuda. Pero claro, mi suerte no era la mejor en estos ultimos dias ¿Recuerdan? La camioneta empezo a corcobear hasta detenerse completamente. Golpee el volante y grite frustrada ¿Que mas posiblemente me podria pasar?

-"¿¡Por que no solo me matas y ya!?"- Grite al cielo enojada con todo.

Despues de que mi berrinche paso, empuje la puerta abierta y sali jadeando de dolor cuando mi pierna toco el cemento. ¡Mierda el dolor habia empeorado! Supongo que no moverla en tanto tiempo tampoco habia sido buena idea. Con lagrimas en mis ojos por el dolor mire a mi alrededor.

Sip, justamente lo que habia notado antes. Solo un monton de arboles con troncos anchos y ramas tan tupidas que practicamente no dejaban ver el cielo. Gire en mis talones y vi un claro a no mucha distancia de donde estaba, donde un hermoso lago brillaba contra la tenue luz del sol.

Mire a la camioneta y luego a las cabañas de la proxima colina. Luego a el lago y a la camioneta. Y un pensamiento bizarro se me vino a la cabeza. Tal vez era debido a la falta de sueño o por todo lo que habia pasado o simplemente ya habia perdido la cabeza.

Si iba a pedir ayuda ciertamente no podia dejar una camioneta en medio de la nada con un cadaver en el maletero. ¿Cual fue la idea? Podria trasladar el cuerpo de Cameron al asiento del conductor y lanzar la camioneta al lago. Eso lo haria parecer un accidente ¿no? Aunque eso no explicaba el agujero en su pecho y la notable fata de su corazon, pero al carajo ¿Quien buscaria en el lago de todas formas? No podia seguir conduciendo con un cadaver en el auto.

Quizas podria ir hasta las cabañas despues de eso diciendo que me habia perdido o algo asi. Desde aqui se veian como casitas de una postal de navidad asi que seria un lindo lugar para comenzar de nuevo.

Tomando la desicion empuje la camioneta con mi mente hacia el lago mientras yo cojeaba detras de ella. Una vez que el frente de la camioneta estuvo en la orilla de el lago, pare de empujarla y abri el maletero. El olor a carne podrida ya habia golpeado mi nariz desde hace rato pero a medida de que movia el cuerpo con mi mente cerca de mi, el olor era casi insoportable.

La Normalidad es RelativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora