Cap. 38 PENULTIMO

2.6K 145 67
                                    

Las heridas que mas tardan en sanar no son fisicas

Capitulo Treintaiocho

Christopher

Estábamos saliendo por la puerta trasera cuando Chelsea se unió a nosotros.

-“¿Quieres que la lleve yo?”- Sacudí mi cabeza. Nadie más que yo la cargaría.

 -“No, adelántate con Declan y Robert y cúbrenos. Asegúrate que nadie se acerque a nosotros”- No dije ni una palabra sobre la condición de Alisha. Pero la verdad era que estaba asustado de muerte.

Obviamente ya la había chequeado. Aun tenía los ojos abiertos, pero estaban vacíos y sin vida. Sus signos vitales parecían normales. Era como si las luces estaban encendidas pero no había nadie en casa. ¿Quién sabría cuánto habia tenido que soportar esta vez?

Corrimos por el camino hacia los vehículos, sosteniendo a Alisha firmemente contra mi pecho para que no rebotara como una muñeca. Ya casi estábamos allí cuando Chelsea rompió el silencio.

-“¿Cómo esta ella?”- Trague con dificultad.

-“No lo sé… Nada bien”- Chelsea me dio una mirada compadecida.

 -“Estará bien, lo importante es que esta con vida”- Asentí pero no le creí.

Si, ella estaba viva pero ya no estaba seguro de que significaba eso. Cuanto más tiempo pasaba con ella inmóvil en mis brazos más miedo se reunía en mi estómago. Mire hacia ella y acune mi rostro en su cuello.

-“Por favor Alisha, vuelve a nosotros. Te necesito. Muéstrame que estas aquí en alguna parte. Estas a salvo conmigo. No dejare que ellos te hagan daño. Entiendo porque te fuiste pero tienes que volver. Vuelve a mí. Estoy perdido sin ti”- Lo susurre en su oído y no obtuve ninguna reacción. Nada. Me obligue a mí mismo a permanecer de pie porque de repente tuve la urgencia de caer de rodillas al suelo y llorar.

Finalmente llegamos al claro donde habíamos estacionado las camionetas. Chelsea abrió la puerta trasera para que pudiera recostar a Alisha. Estaba a punto de hacerlo cuando ella se tensó en mis brazos. Su cuerpo se arqueo y sus ojos se ampliaron completamente negros. ¿Qué demonios? ¿Ella estaba usando su telequinesia?

-“¿Qué está pasando?”- Exclamo Declan desde atrás.

Entonces de los bosques salieron guardias. Decenas de ellos. Pero no nos estaban atacando, ellos… estaban completamente paralizados y sus pies no tocaban el suelo. Habíamos caído en una emboscada y ahora ellos solo flotaban inmóviles. Por… Alisha.

-“Ella… ¿está haciendo esto?”- Susurro Robert y pude oír un poco de temor en su voz.

-“Ella sintió el peligro, te está protegiendo aun sin ser consciente de ello”- Murmuro Chelsea con asombro.

No pude replicar a eso porque su gemido de dolor capto toda mi atención. Justo al mismo tiempo sangre nos bañó por completo. Los cuerpos de los guardias explotaron como si fueran palomitas de maíz. Todos quedamos en shock. Alisha había hecho eso.

Mas guardias venían, podía escucharlos. Otro gemido salió de Alisha.

-“¡Tienes que decirle que se detenga! ¡No puede acabar con todos ellos, se va a matar a si misma!”- Grito Chelsea.

 -“Salgamos de aquí, los otros nos alcanzaran”- Dijo Declan corriendo a la camioneta.

Chelsea y yo saltamos a la camioneta, Declan y Robert fueron a los asientos delanteros y salimos disparados de allí. Abrace más fuerte a Alisha a mi pecho y bese su frente fría. Mis manos temblaban cuando la apretaba más cerca. Ella empezó a gimotear nuevamente. Sentía que su piel se volvía más fría y no podía hacer nada para evitarlo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 05, 2013 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Normalidad es RelativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora