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La única persona capaz de hacer un ruido tan molesto es nadie más que Kimberly

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La única persona capaz de hacer un ruido tan molesto es nadie más que Kimberly.

¿El motivo? Toda su bandeja de comida estampada contra su pecho. Hmf, no comprendo del todo la situación pero es sencillo de intuir cuando miro mejor a la otra chica, que había sido quien le provocó tal accidente a la insoportable. Un drama en desarrollo, la víctima pasando a ser el victimario.

Captan las miradas de la cafetería, pero mi atención se desvía a algo más relevante que unas gatas afilando garras. Bulma parece un conejo asustado, puedo apostar a que le faltaba poco para saltar gracias al estruendo, sostiene la mesa con una mano y sus dedos están tan tensos en el borde de ésta.

—¡Jamás me volverás a hablar así! —escucho que grita la chica, que sigo sin identificar.

—¡TÚ! ¡ME LAS VAS A PAGAR!

En el momento que Kimberly sujeta a la rubia por el cuello y el bullicio regresa, Bulma se levanta como resorte sin decir nada, así en un instante avanzando entre las mesas y el desastre de personas poniéndose de pie para observar la pelea. Milk la llama pero es inútil, en cambio el que regresa es Kakarotto, con sus ojos abiertos de par en par y comentando que casi es aplastado.

—Los de seguridad tardaron en reaccionar —se queja la pelinegra, poniéndose de pie al igual que yo.

Recojo mi bolso y el mix de frutas, casi por la mitad. Alguien debe buscarla, ¿No? Eso hago tras corroborar que lo que trae en mano Kakarotto es una media luna y no otro litro de café; Bardock dio instrucciones. Milk no agrega nada.

Yo ya estaba al tanto de la cantidad de imbéciles que existen en este instituto, pero no puedo evitar sorprenderme al ver a todos empujándose entre sí y corriendo para presenciar la estúpida discusión, por lo que gritan intuyo que están retenidas, no alcanzo a ver más. No veo a la peliazul por ningún lado, pero apuesto que a quien acabo de ver saliendo de este desastre es el guardaespaldas, entonces... Bingo.

Me apresuro y llego hasta la entrada de la cafetería, no estaba errado, Michael va tras ella y a la vez lo oigo murmurar alguna cosa en su radio, inmediatamente mira hacia atrás sobre su hombro y alcanzo a fruncir el ceño con él. No seremos mejores amigos.

Love music and you «Vegeta y Bulma»Where stories live. Discover now