4

320 37 3
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

De nuevo le repito a Odette que Rocky es un perro grande, no un pony

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


De nuevo le repito a Odette que Rocky es un perro grande, no un pony.

Ella infla sus cachetes y se disculpa conmigo y luego con mi mascota, a lo que rio un poco y niego con la cabeza.

Hace un rato terminamos de comer y de darle una bienvenida a la Capital del Oeste a Vegeta, y se podría decir que estoy haciendo de "niñera" con las gemelas. No cuento a Tarble ya que es un chico tranquilo de 13 años que simplemente habla conmigo y ayuda con sus hermanas.

Estamos sentados en unas sillas del patio trasero, mientras que los adultos se encuentran en la sala de estar. Observo y noto a Goku murmurando, Odette discutiendo con su hermano Tarble sobre su "necesidad" de montar un caballo, y por último a un Vegeta algo más alejado de nuestro círculo con Vilandra sentada en sus piernas. Me concentro ante la tierna vista; él pasa su mano por el largo cabello de la niña y presta atención a lo que sea que ésta le diga, a pesar de que por primera vez parece un lorito parlanchín.

Me imagino que es por el poco tiempo que llegó a ver antes a su hermano mayor que ahora habla tanto y se ve más inquieta, es entendible. Me sorprende un poco ver la tranquilidad y el cariño con el que trata a la niña, y a la vez me hace querer sacar una cámara y fotografiar lo lindos que se ven. Que ternura.

—De tantas noches frías ¿No podía ser ésta una de ellas? —se queja poéticamente Goku, resoplando—. ¡Qué calor hace!

—Dan ganas de zambullirse en la piscina —afirma Tarble, señalando la que se encuentra un poco lejos de nosotros. Se escuchan de fondo las risitas de Odette junto a Rocky, los dos están sentados en la grama frente a los tres.

—Triste que no los dejarán hacerlo, sino ya estaríamos todos allí —comento, encogiendome de hombros.

El pelinegro gruñe y luego de sacudir su cabello sube hasta donde puede las mangas de su camisa naranja, cosa que me había extrañado que no hiciera en un principio. Logro ver que Vegeta y Vilandra se están acercando, el primero llevando en mano la silla y la segunda dando pequeños brincos, ocasionando que su vestidito floreado baile con ella.

—¿Todavía no se te quitan las marcas del gato, primo Goku? —pregunta Odette, frunciendo el ceño. Con curiosidad me fijo en los brazos del mencionado para ver de qué habla la niña.

Tarble se remueve incómodo en su asiento y disimuladamente ve a su primo. Capto la tensión casi al instante.

—Mierda... —susurra el pelinegro, de nuevo dejando su camisa como estaba antes. Pero es muy tarde, ya lo noté.

No son heridas hechas por un gato. Se nota de forma rápida al ponerle algo de lógica y analizar. Son cortadas casi precisas que todavía no sanan por completo. Posiblemente hechas con algo bastante filoso, pero ningún animal.

Parpadeo de nuevo, petrificada. No puedo definir todas las emociones que llegan de golpe a mí, todos los pensamientos y escenarios. Un escalofrío va desde mis pies a la cabeza.¡Por dios! ¿Por qué...? ¿Qué demonios?

Vegeta dice el nombre de su primo en forma de pregunta, y es en vano, él sigue observándome sonrojado; no es estúpido y sabe que yo tampoco.

Sé lo que vi.

Luce apenado, avergonzado. Quiere decirme algo y no sabe cómo empezar y yo tampoco realmente.

—Tú... —murmuro, incapaz de apartar la vista de sus ya cubiertos brazos aunque sé que debo hacerlo. Me da escalofríos, quizás recuerdos. ¿Tendrá más cortadas? ¿Qué historia oculta este alegre y divertido chico?

El calor dejó de ser el centro de atención.

—Tarble, lleva a las niñas adentro y controla que no molesten a los demás.

—Pero Vegeta...

—Te di una orden —espeta con firmeza y una seña.

Él nos da una mirada impotente y luego ve fijamente a su primo. Suspira y asiente a la nada, tomando de la mano a sus confundidas hermanas con la excusa de que las llevará al aire acondicionado. Rocky va tras Odette, como si sintiera la tensión.

Los siguientes segundos están cargados de incomodidad y silencio, el cual rompe Goku con una gran inhalación y exhalación de aire.

—No quiero que ahora me veas con lástima —Fuerza una sonrisa, y su nariz empieza a enrojecer—, y tampoco que te sientas rara conmigo. Piensa que son sólo... Cortes que algún día se borrarán. Como un raspón o moretón que te queda al caer, como cuando éramos niños y caímos de alguna bicicleta o patineta, nos quedaba esa herida y buscaríamos no cometer el mismo error.

Rasca su nuca en un pobre intento de restarle importancia. Quisiera abrazarlo pero sé que no es lo correcto ahora.

—Es algo similar, ¿Sabes? —musita, y su tono de voz cambia a uno algo tambaleante. Vegeta aprieta su hombro en lo que parece una señal de apoyo—, porque yo me caí. Tropecé con varias rocas en el camino, me debilité y caí. Casi me doy por vencido pero me levanté, y ahora tengo estas marcas al igual que un peculiar historial médico, como fiel prueba de todo por lo que pasé —afirma, moviendo un poco su cabeza—. Se borrarán, ya verás, y lo otro quedará en el fondo de alguna carpeta que se perderá.

—Si seguimos forjando una amistad... Probablemente te cuente mi "pasado" —bromea tontamente. Aún no sé qué decir—. Sólo espero que no te espantes y... De verdad no se lo digas a n-nadie —Pasa su muñeca por debajo de sus ojos y me levanto, para quedar rápido frente a su cara.

Aparto otras lágrimas rebeldes que salen de sus ojos con mis dedos, y le doy mi más sincera sonrisa. Recobro las palabras, la experiencia y razonamiento para saber lo que debería pronunciar.

—Te prometo que no diré nada, que no me darás lástima y que seguiremos conociéndonos a pesar de esta sorpresa, de forma normal.

—Gracias.

Y eso es todo lo que dice. Parece que se quitó un peso de encima. Vegeta da unas palmadas en su espalda y también le da una sonrisa de boca cerrada, a mí igual.

Pasamos los otros minutos que nos restaron antes de que ellos tuvieran que irse hablando y cambiando aquél tema que me ponía los pelos de punta. Ahora estaba segura de que no me había equivocado con esos chicos, agradecí aquella suerte y pedí que Goku algún día tuviera la confianza suficiente para contarme sobre su vida.

Love music and you «Vegeta y Bulma»Where stories live. Discover now