Todos tienen un antes y un después marcado en el momento que coincidieron en aquella aula de clases. Sin saberlo, las primeras miradas fueron el inicio de la montaña rusa en la que se transformarían sus vidas, pero claro, con su música de fondo.
Veg...
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Es miércoles y a la vez es día de volver a joder a Kakarotto en lo que sea. Es increíble lo malo que puede ser para los videojuegos, aunque hayamos pasado muchas horas de nuestra vida haciendo lo mismo: jugar y verlo perder una y otra vez.
Por todo eso me sorprendo cuando en el monitor de la sala se lee que el ganador no es nadie más que mi primo, y éste se levanta de un brinco como si fuera resorte, comenzando a gritar de euforia. ¡No puede estar pasando! Es mi maldito juego, ¿Cómo mierda puede contra mí de la noche a la mañana?
—¡Toma eso, maldición! —celebra, haciendo un extraño baile frente a la pantalla. Continúo en trance sin creer lo que acaba de pasar—. ¿Qué decías, Vegeta? ¿QUIÉN ES EL…
La imagen en el televisor se esfuma.
—¡Por dios, silencio! —se queja mi madre.
La gran Mirash Ouji sostenía en su mano el cable de la consola, recién desconectada. Sonrío con placer al ver a Kakarotto paralizado ante el momento, pero la sensación se va tan rápido como llegó cuando mi madre vuelve a pedir silencio con una seña. Logramos escuchar el timbre.
Frunciendo el ceño decido que debo dar la cara en vista de que nadie parecer querer ir, asi que me levanto y me apresuro en llegar a la entrada. No miro por la mirilla antes, sólo abro la puerta y trago saliva inmediatamente. Es Bunny Brief. Tal vez debía usar la mirilla.
—¡Oh! Joven Vegeta —luce algo apagada, pero aún así me sonríe—, buenas tardes. Justo quería hablar contigo.
La curiosidad me hace decirle que pase y cerrar la puerta, una vez está adentro.
—Mi madre y mi primo están aquí ¿Es algo privado?
—No, no —asegura, mientras vamos avanzando de a poco—. De echo, después me gustaría hablar con Mirash.
Meto mis manos en los bolsillos del pantalón cuando llegamos a la sala y es recibida por mi madre. No entiendo qué tendría ella para decirme.
