19

132 27 4
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bueno, esto es un desastre

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Bueno, esto es un desastre.

La cara que puso mi madre fue épica por un segundo, al otro parece que su sistema volvió a la normalidad. Y claro, es imposible que no hiciera algún comentario con doble filo en el proceso.

—Que curioso que conozca a la ex novia de mi hijo cuando ya no son pareja, ¿No crees, Vegeta? —pregunta, mirándome de reojo. Nikka abre y cierra su boca por la mirada mordaz que le doy.

Según Mirash, ella vino de visita aprovechando que se iba a pasar por la ciudad en busca de un sitio para mudarse, y yo, como todo un ejemplo de buen amigo, le permití quedarse aquí.

Obviamente no se la tuvo que creer del todo, es mi madre y su raro sexto sentido de quien hablamos.

Igualmente aquí la veo, acercándose con unas sábanas dobladas y detrás de ella Odette sosteniendo una almohada. Al parecer Nikka estará en nuestra habitación de ensayos porque dormir en la sala por varios días no iba a ser factible, dijo mi madre, asi que tuve que mover algunas cosas del lugar para ubicar mejor el sofá-cama que ya teníamos acá.

Nikka agradece varias veces y toma la pila de sábanas para ponerlas sobre el sofá mientras mi hermanita deja allí la almohada, contenta de ayudar, a diferencia de Vilandra que sólo observa a lo lejos todo lo que pasa sin entrar. Tarble ni se ha aparecido, lo cual es extraño, debería ir a verlo.

—Bueno Nikka, si necesitas algo más no dudes en decirle a alguno de nosotros. No sé si sean suficientes frazadas...

—Creo que son suficientes considerando que esto es la Capital del Oeste y no Alaska, tranquila, no necesitará más nada —la corto, mi madre gira sus ojos.

—Compórtate, tienes una invitada. Que sea sorpresa no significa que no haya que atenderla —comenta, sonriendo en nuestra dirección. De nuevo con sus indirectas. Me cruzo de brazos en respuesta y Nikka nos mira como espectadora en partido de Ping-pong.

—Estoy bien, gracias señora Ouji —dice, finalmente. Cualquiera cae en que es un ángel justo ahora.

—No hay de qué —Hace un ademán para restarle importancia, y toma del hombro a Odette—. Haré algo de comer con las gemelas.

Love music and you «Vegeta y Bulma»Where stories live. Discover now