"La Apuesta" TERMINADA

CAPÍTULO 44 💋

—A...Ah...si...así...

—Uhm...esto se siente tan rico Jungkook... —gimió de placer ante los movimientos.

—A...Ah...lo mismo pienso... —muerde sus labios mientras cierra sus ojos para relajarse más con el masaje que les dedicaban a ambos.

T/N se encontraba acostada viendo de lado por su pequeña pancita, mientras tanto Jeon boca abajo mientras un chico estimulaba sus músculos con las manos para relajarlo después de la noche anterior que tuvieron llena de cansancio entre bailes, saludos, despedidas y una variedad de acciones que los dejaba cansados después de molestar entre todo el grupo de invitados. 

Después de pasar la mañana entre las manos que masajeaban su cuerpo, salieron con mucha serenidad del lugar para luego dirigirse a las orillas de la playa en busca de un pequeño bar de cocteles para saciar un poco su sed tardía. 

La noche de miel, lo que siempre desearon, sin distracción de nada ni nadie a su alrededor que les arruinase el día, solo ellos dos juntos entre cariños y apapachos. Mientras se relajaban en las tumbonas que se encontraban a la orilla del mar con una hermosa tarde frente a ellos que reflejaba la luz del sol en las olas que se movían lentamente bajo el cielo naranja.

—Un lindo atardecer. —menciona Jeon con una sonrisa.

—No me imagine observando todo esto al lado de alguien. —agrega su chica y voltea hacía él con una sonrisa de igual manera cálida— ¿Eres el indicado, Jungkook?

Él sonríe y se levanta de su asiento para dirigirse a la orilla de la tumbona de su esposa y poder acostarse a su lado, así pasando un brazo bajo el cuello de ella.

—Soy totalmente para ti y puedes hacer conmigo todo lo que quieras, desde cambiarme agregando algo hasta quitármelo. Estoy a tú merced princesa. —acaricia la mejilla de esta.

—No quiero cambiar nada de ti, me gustas tal cual como eres. —sonríe— ¿Tú cambiarías algo de mi?

—Te la devuelvo : me gustas tal cual eres.

—¿Si? —él asiente— ¿Y cómo soy yo eh?

—Diferente...única...linda...especial...latina... —ella ríe— tienes tanto que te diferencia de todas las chicas que me rodean que me llevaría toda la noche bajo la luz de la brillosa luna decirte cuanto vales, importas y eres de hermosa.

—¿Y eso te hace amarme?

—Lo que me hace amarte es cada pequeña porción de imperfección tuya, porque es algo que una persona como tú de orgullosa no muestra ante los demás.  

Ella presiona sus labios forzándose a no sonreír como estúpida.

—¿Ya te pusiste nerviosa? —ríe apegando su frente a la de ella— Mis palabras poéticas deben ser mi arma mortal eh.

—Engreído.

—Mira quien habla.

—Ya cállate. —ríe cubriendo con sus lindas manos su propio rostro.

—No no, nada de ocultar esa linda sonrisa llena de nervios. —opta por pelear contra sus manos para quitarlas de su rostro.

—Jungkook! —exclama riendo.

—A ver ese hermoso rostro bebé. —las aparta— Ay, pero que belleza más deslumbrante.

—Ya! —lo empuja ante los nervios—Ay!, perdón! —exclama entre risas después de ver como cayó sobre la arena.

—Mocosa! —se queja levantándose— Ya verás.

—No! —ríe entre carcajadas y se levanta, tomando entre sus manos las sandalias para empezar a correr con potencia.

—Ven acá!

—Déjame! —grita entre risas.

—Puedes correr pero no esconderte! —grita a pocos metros de ella.

Logrando correr aún más ya que sus piernas eran más largas que las de su esposa, la alcanza hasta abrazarla por la cintura y caer juntos sobre la arena helada con el viento pegando a sus perfiles llenos de belleza y a su vez cansancio.

—¿Qué me harás? —indaga riendo.

—¿Y sigues burlándote en mi cara? —ella ríe más— Eso no se hace, estoy indignado! —exclama dramáticamente.

—Ya!, no seas bobo, solo bésame ¿quieres?

—¿Qué clase de pregunta más ofensiva es esa? preguntando si quiero besarte. —pasa los nudillos de sus dedos sobre la mejilla de ella para limpiar un poco de arena— Es muy obvia la duda. 

—Déjame sentir la calidez de tus labios Jeon. —le susurra con un tono tan suave.

Jeon procede en colocar una de sus manos en el cuello de su pareja delicadamente para sostenerle haciendo que levante la mirada, así procede en apegar sus labios sobre los femeninos para besarla con tranquilidad. Aquel beso estaba lleno de tanta serenidad, tanta ternura pero a su vez les causaba un cosquilleo inmenso en su interior como si fuera primera vez que besaban a alguien.

La menor siente como esa misma mano baja por sus hombros para posar la mano en su cintura y apegarla un poco más a su piel, así teniendo mejor contacto que antes sintiendo la dulzura y delicadeza con que Jungkook movía sus labios sobre los de ella mientras mantenían los ojos cerrados y el sol bajaba al compás de los lentos segundos llenos de una gran cantidad de amor.  

La mano viaja hasta la panza de Miller para acariciarla, Jeon se imaginaba como si del cuerpo de sus bebés se tratará entre su mano cuando tocaba esta zona delicada. Le emocionaba en verdad la idea del tener que tener la presencia de dos pilluelos nuevos en sus vidas para llegar a llenarla de colores renovados, una nueva oportunidad de vida.