CAPÍTULO 2 💋

17.2K 1.2K 464
                                    

P

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

P.O.V Miller...

-¡Jungkook! -exclame totalmente impresionada.

El haber gritado su nombre provoco que abriera sus ojos poco a poco, seguramente esperando que fuera una chica cualquiera, hasta que al fin obtuvo con afinidad mi rostro frente a sus ojos, los abrió de golpe, también se le notaba lo impresionado que estaba, igualmente que yo.

—¿T/N?, ¿Q-Qué demonios? Pero ¿qué paso? —pregunto incorporándose.

—¿Cómo qué "que paso"?, ¿Qué me hiciste? —frunci mi ceño.

—¿Yo?, no molestes! , tú a lo mejor me violaste a mí!

—Por favor Jeon, ¿acaso crees qué tengo deseos de alguien cómo tú?

—Siendo yo, si.

—Eres un imbécil. —baje mis pies de la cama con cuidado debido a llevar aún el vestido.

—¿A dónde vas?

—A un lugar dónde no estés tú. —ccaminé hacía una de las puertas de la habitación, suponiendo que era el baño entre y gracias al cielo, si era el baño.

Le coloque seguro a la puerta y me acerque al lavamanos de cerámica fina que se encontraba dentro, pose mis manos sobre el mientras miraba mi reflejo en el espejo de una forma muy molesta y analizando que es lo que pudo pasar en la noche anterior.

Nada malo...quiero suponer que nada malo...

—Maldito Jungkook. —suspire pesado.

Lave mi cara y mis manos con cuidado, terminando por secarlas me avecine en salir con las esperanzas de que este idiota ya no estuviera ahí, en serio que desde las mañanas comenzaba a nublar mis días con sus estupideces.

Ah, pero supieran que paso...

—¡No me jod... —cubrí mi ojos con mis manos.

Jungkook...agh, es asqueroso hasta detallar lo que paso, pero estaba totalmente desnudo y justamente viendo a dirección de la puerta. Automáticamente colocó una toalla que sostenía entre sus manos sobre sus partes mientras me miraba ceñudo.

—Carajo! , creí que ya te habías ido! —dijo desesperado.

—Esa puerta es del baño. —seguía con mis manos en mi cara.

—¿Pero por qué no saliste justo cuando te distes cuenta?

—Porque quise aprovechar para lavarme la cara y las pulgas que me pasaste cuando dormíamos.

—La gran cogida de tú vida que te di. —dijo a voz ronca y río sarcásticamente.

—Eres un imbécil!

—Ya ya, deja de quejarte, puedes ver.

Bien, aparte mis manos nuevamente...todo bien hasta que nuevamente vi esa figura frente a mis ojos, mostrándose justo como Dios lo trajo al mundo.

"La Apuesta" TERMINADAOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz