A, B, C... Un niño cambió mi vida |COMPLETA|

X

X es igual a un cero a la izquierda.
ABC... Un Niño Cambio Mi Vida.

Bajé del coche, caminé al asiento de atrás para cargar a Eros y bajarlo, tuve una linda conversación en el camino con mi hijo, es muy adorable e inteligente, hasta me dijo que extraña a su papá, enamorada de la ternura de bebé.

Entré al apartamento y lo noté en silencio, pero no le presté mucha atención y dejé a Eros en el piso, como él estaba aprendiendo a caminar, su pasatiempo era el piso y las paredes. Me encaminé a su cuarto y organicé en su lugar cada una de las cosas que había llevado a la casa de mi padre, al salir vi que Eros ya no está en la Sala, nerviosa corrí y lo busqué en la cocina, pero tampoco estaba allí, busqué en mi habitación, en mi clóset y nada, no lo encontraba, tenía un mal presentimiento, la casa sola, silenciosa, las luces apagadas. ¡Hice una brutalidad! Pero me falta una puerta eso hizo que mis esperanzas siguieran presente, aunque me asustaba un poco la posibilidad de un plan malvado de Oliver Gil.

Sin tocar pasé a la habitación de Jonny, lo primero que encontré fue su cama (cabe destacar que estaba ordenada), tenía muchas cosas encima de ella. Quedé paralizada observando todo lo que había sobre la cama, una caja con variedad de dulces, lazos a lo largo de toda la cama, pero algo que llamó mi atención: El álbum. Cogí el álbum, leí una nota sobre el mismo.

“Lee tranquila, Eros está bien, él está conmigo”.

“porque tú Ana, eres la razón de mi felicidad”.

Escudriñé el álbum. Cada letra del abecedario era un capítulo con Eros.

A: El día que llegó...
B: Nuestra adaptación...
C: El bautizo...

Así sucesivamente, leí cada título y vi cada foto, la mayoría eran desprevenida, sonreí al vernos a nosotros tres, felices, contentos «me robaste la idea Cáceres» gruñí en mi mente.

Llegué a la "Y" Que eran mas letras que fostos y leí lo que el escribió con su puño y letra.

Y: Nunca, digas nunca.

Te escuché Ana. Le confesaste al pequeño Eros lo mucho que estas enamorada de mí, confesaste que desde hace mucho tiempo sientes algo por mí. Algo se removió en mí, no quise darle importancia, sólo sonreía mientras te escuchaba hablar con él, pero escucharte decir "papá y mamá nunca estarán juntos..." Esa frase produjo otro sentimiento en mí ¿tristeza? Tal vez...

Ana, nunca, digas nunca.

Z: Te amo.

Ana, me di cuenta que el abecedario no tiene las letras suficientes para expresar todo lo que siento por tí. Llegue a la Z.

Siempre tuviste una conducta única, aunque no eres muy social, no te detienes a cuando se trata de defender lo que eres. Los helados (de preferencia chocolate), tus dulces, el pañuelo de tus mocos, tus días de menstruación, correr bajo la lluvia, mi pareja falsa, mi pareja real y lo último, pero no menos importante... tu nombre Dolores.

Nadie plabifica su vida y somos un cliché atractivo.

Desde que trajiste al pequeño Eros, nuestras vidas cambiaron, eres esas cosas inesperadas que terminan siendo las mejores cosas. Amo ser papá aunque me cueste, (perdóname por lo del marcador rojo).