N

490 72 5
                                    

No está
Hay que seguir.

Desperté con dificultad, noté que estaba en mi habitación, una pequeña chispa de esperanza se activó en mí, percibía que quizá todo lo del día anterior se trataba de un sueño. Jonny haría el desayuno y Eros dormía con tranquilidad, eso deseaba aunque algo en el fondo de mi corazón se sentía triste.

Salí de mi habitación a la de Jonny, al intentar abrirla me fue imposible, estaba cerrada con llave, algo que él jamás había hecho. Corrí a la cocina, no estaba, mi esperanza se iba acababa, seguí a la habitación de Eros y en el se encontraba Eros, solo Eros, ningún rastro de Jonny.

Con la poca fuerza que logré acumular llamé a Eri, necesitaba desahogarme y sobretodo estar segura que Eros estaría en buenas manos mientras yo recuperaba el aliento.

—Estoy muy triste Erika ven pronto. —Las lágrimas no dejaban de bajar por mis mejillas.

Ana, ¿qué sucede?

No está. —Trato de hablar con claridad.

¿Quién no está? Ana, cálmate, voy para allá.

Las horas pasaron, yo no hice más que jugar con Eros, el gateaba hacia mí o buscaba sus juguetes. Era lo más hermoso del mundo, pero yo igual estaba deshecha y después de tantas horas llegó Erika.

Ella cuidó al niño mientras yo me derrumbé de tristeza, recordé todo lo ocurrido, «¿cómo me decía que no llorara? ¡pura mierda! ¡Me destrozó! Es un idiota».

—De alguna manera lo debiste ver venir —reclamó Erika—, eso siempre se ve venir.

—No Erika, no lo había nada que "ver venir", solo pasó. —Lloré aún tirada en el suelo, por más que Erika intentó levantarme, no podía... o no quería.

—No estoy de acuerdo, siempre empiezan las lejanía y luego la ruptura. —contradijo, de alguna forma quería culpar a Jonny, pero yo no la dejaba.

—Erika, yo lo amo —chillé, limpié mis lágrimas y pensé—. Ayer despertamos juntos, yo escuché su teléfono sonar... y le pregunté de quién se trataba, dijo que era su mamá. Luego salió en la tarde y al regresar llevó una película para que la viéramos los tres, dijo que lo haríamos a la antigua, preparó palomitas de maíz y yo me las comí todas antes de llegar al final de la peli... Oh,¡Eri! ¡Me comí yo sola las palomitas! ¡Por ello me dejó! —grité. Trataba de calmar mis sollozos.

—No exageres, Ana, la gente no se va por no comer palomitas —afirmó.

—Pero eso no lo sabremos, porque quizá estaba obstinado por el mensaje de su madre y quería palomitas.

—¡Claro! "Su madre", ¿ves? Esta muy claro, Ana, esa señora tiene mucho que ver en esto. —aseguró.

—Es imposible... él siempre ha sido firme ante sus decisiones, sin importar ir en contra de la señora Vanesa.

—Pero tiene que haber algo que haya ocasionado todo esto, no conozco mucho ha Jonny, pero sé que él no haría algo repentino, estoy segura que la señora Vanesa está en todo esto y él sólo evita que sufras.

—No lo sé, Eri, yo lo único que sé ahora es que Jonny no está. —recordé, seguí llorando—. Yo soy una estúpida, creí que él me quería, cuando la realidad es que Mary tiene muchas ventajas.

—¿Mary?

—Sí. La familia Cáceres no ha dejado de celebrar la nueva unión "Mary y Jonny", en las noticias. Yo no lo merezco... soy una estúpida... y...

A, B, C... Un niño cambió mi vida |COMPLETA|Where stories live. Discover now