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Una semana.
Marcos y Erika.

Salimos a comer a McDonald's por Eros, decidimos salir un rato antes de encontrarnos con mi hermano y Erika. Jonny estaba vestido de jeans, camisa, y una chaqueta, todo de negro, a Eros le coloqué una camisa azul y un pantalón negro con unos zapatos blancos, mi pequeño se veía muy galán. Yo me vestí sencilla, un vestido floreado, con unas zapatillas negras y un chaleco rosado.

—Abre la boquita —dijo Jonny—, comida express. —Tenía una papa frita en la mano—, ¡Ana abre la boca!

—¡Yo sé comer sola, Cáceres! —Crucé los brazos.

—Pero yo te quiero consentir. —hizo puchero y le obedecí—. ¿Recuerdas la asociación invisible?

—Sí, ahora se unió Eros porque le vimos esa habilidad. —Guiñó.

—Buena memoria "nueva mejor amiga". —Se lamió los labios—, corrección, nueva novia mía.

Me miró fijamemte, sus ojos eran hermosos y profundos como un bosque, me encantaba que me mirara. Se acercó a mí y me dio un suave pero pronunciado beso que me causó miles de sensaciones.

Después de comer salimos de allí, caminamos a un parque donde me encontraría con los jóvenes padrinos de Eros, Erika era mi cuñada y debíamos preparar muchas cosas, ella dijo que nos anunciaría algo de la boda, así que imaginé quee aburriríamos a Jonny y a Marcos.

Íbamos a paso lento como Eros iba caminando de nuestra mano, yo sólo sonreía al verlo caminar, cada día crecía más, aprendía, digamos que... nos tocó cuidar las palabras en casa, todo lo repetía, pero es algo normal de un niño de un año...

¿Algún día pensé en ser madre? Eh... No, nunca fue un sueño, mi única meta era ser profesora de música, pero llegó un bebé, mi padre siempre nos contó lo horrible que se crece sin padres y ver a un bebé tan pequeño e indefenso sin ninguna culpa del pasado de su madre o su padre, removió mi corazón y allí estaba, caminando de la mano con Jonny y un niño.

—¿Tienen mucho tiempo aquí? —preguntó Jonny a Erika.

—No, unos cuantos minutos —respondió ella, miró a Eros y una sonrisa se formó en sus labios—, mi pequeño, ven con la madrina.

—Erika... —gruñó Marcos.

—¿Qué? Sólo voy a cargar a mi pequeño Eros. —volvió su mirada al niño.

—¿Qué es eso importante que nos dirás? —Le pregunté a Marcos.

—Adelantaremos la boda, para dentro de una semana Erika y yo nos cansaremos —dijo convencido Marcos—, hay mucho que planificar.

—¿Una semana? —cuestionó Jonny—, ¿no es muy pronto?

—Estoy de acuerdo con Cáceres —apoyé—, ¿por qué tan pronto?

Marcos estaba un poco tenso, como nervioso y, Erika estaba más tranquila jugando con Eros, pero nosotros no entendíamos nada, o sea, ¡una semana! Eran muchas cosas que planificar en una semana.

—Porque nos amamos —contestó Marcos—, yo no veo ningún problema.

—¿Problema? —Alcé una ceja.

A, B, C... Un niño cambió mi vida |COMPLETA|Where stories live. Discover now