[Konosuba x Go toubun] ¡Dios bendiga a estas maravillosas quintillizas! 2

10 - Estas fuera

Justo cuando Kazuma había pensado que cualquier clase de sufrimiento o problema había acabado de una vez por todas, y que finalmente se venia una época de paz para él, aquella llamada de su jefe lo devolvía a la dolorosa e insufrible realidad. 

— ... ¿Qué? — Preguntó confundido el joven.

— Así es Satou, quiero que renuncies a tu trabajo de tutor — Repitió el adulto — Creo que no hace falta darte los motivos, ¿verdad?

— ¿Acaso... es una clase de broma, viejo? — Cuestionó seriamente — No tiene la mas mínima gracia.

— ¿Por qué seria una broma? Satou, desde que llegaste a la casa y te empezaste a relacionar con mis hijas, empezaron a pasar todas clases de cosas. Y además tu actitud no ayuda, por lo tanto creo que es muchísimo mejor contratar a una persona muchísimo mas capacitada.

— ¿Y por qué no me despide directamente en ese caso? Oh, creo que ya lo tengo, ¿es tan tacaño que no quiere pagarme una indemnización?

— Correcto — Afirmó sin problemas — Creo que ya te he estado pagado suficiente por todas estas semanas sin demasiados avances para que además te tenga que pagar el despido. 

— Ajá, bien... ¿Y de verdad piensa que yo voy a renunciar de la nada? Debe de estar soñando, viejo.

— *Suspiro* Está bien, si así lo deseas, te pagaré el despedido, pero no espere la gran cosa... Ah, y otra cosa, a partir de este momento tienes prohibido acercarte y entrar al apartamento de mis hijas.

— Entiendo, bien, ¿algo mas? Estoy anotando todo en mi maquina de escribir invisible para recordarlo — Mencionó el chico en tono sarcástico.

— ... — El señor Nakano suspiró profundamente, para acto seguido volver a hablar — Te deseo buena suerte a partir de ahora, Kazuma Satou. Su deuda sigue siendo bastante grande, y con esa actitud que tiene veo complicado que consiga otro empleo.

— Sí, realmente me siento realmente apenado... de que esas chicas tengan un padre tan bastardo como usted. Pensaba decírselo de todas maneras, pero ahora que supuestamente ya no es mas mi jefe, se lo digo con total libertad, ¡VAYASE AL DIABLO, MALDITO IDIOTA! ¡Y ACTUE COMO PADRE POR UNA VEZ! — Y luego de esas palabras, la llamada se cortó.

Una ligera brisa sopló por el silencioso lugar. Kazuma se quedó mirando al cielo pensativo por lo que acababa de suceder. Suspiró, se dio la vuelta, y con una sonrisa volvió con las demás.

— (Ese idiota está soñando si cree que voy a dejar a esas tontas) — Pensó el muchacho mientras llevaba sus manos a su cabeza — (Aunque tendré que ver que hacer ahora sin el dinero...)

Los días fueron pasando, Kazuma decidió no comunicarles nada sobre lo ocurrido a ninguna de las quintillizas, e incluso desde entonces apenas cruzó palabras con alguna de ellas.

Las notas de los finales fueron entregadas, y para sorpresa de nadie ninguna de las Nakano aprobó el examen. Decepcionadas y molestas, remiraban las hojas con la calificación mientras esperaban a su querido tutor.

— Esto es bastante terrible... — Dijo Itsuki, la cual tuvo una nota de 206. Su mayor nota fue en ciencias, siendo 73 puntos.

— ¿Esto es lo que obtenemos después de estudiar tanto? — Ichika obtuvo una puntación de 181. Su mejor nota era Matemáticas con 51.