[Konosuba x Go toubun] ¡Dios bendiga a estas maravillosas quintillizas! 2

31 - Encrucijada

Un nuevo día comenzaba en la ciudad de Kioto, y con él la segunda jornada del viaje escolar. Kazuma, junto a su grupo, abandonó el hotel a la par que sus demás compañeros de clase para visitar unos famosos santuarios de la ciudad.

— Hmm, que raro — Megumin miraba atenta a su alrededor — No veo a ninguna de las quintillizas.

— ¿Qué sucedió al final, Kazuma? — Preguntó Darkness — Lo único que sabemos es que al parecer tuvieron una pelea entre ellas.

— Averígüenlo por su cuenta — Contestó cortante el muchacho — Quizás si me hubieran dado una mano lo sabrían.

— ¡Oye, para empezar nunca nos pediste ayuda, solo a Itsuki y Yotsuba! — Exclamó Aqua — ¡Además, ese era un problema que tenia que ver contigo! ¡No podíamos entrometernos!

— ¡¿Cuantas veces me tuve que entrometer en sus problemas para ayudarlas, eh?! — Cuestionó molesto Satou — ¡Así que no vengan ahora de interesadas por el chisme!

Luego de esta pequeña discusión, el muchacho se adelantó y dejó a las tres viejas aventureras atrás.

— Parece que fue algo jodido... — Remarcó la castaña.

Una vez llegaron a su destino, todos los alumnos se dispersaron por todo el sitio. Kazuma, quien no tenia muchas ganas de visitar otro santuario, estaba por alejarse de aquel lugar y esperar a que fuera la hora de volver.

Pero antes de que se retirara, pudo ver a lo lejos a dos de las hermanas Nakano, por lo que decidió acercarse hasta ellas para charlar y corroborar como estaba la situación.

— Itsuki, Yotsuba, que bueno verlas — Saludó Satou.

— Ah Kazuma, ¿por qué no estas con las demás? — Consultó Yotsuba.

— Parece que se fueron junto a otro grupo — Contestó con simpleza — Oigan, ¿y cómo están las demás?

— Nino e Ichika están junto a sus amigos del año pasado, y Miku... ella sigue en el hotel — Respondió Itsuki — Parece que no se encontraba bien.

— Ya veo... — Kazuma suspiró y miró hacia el cielo — (Parece que sigue todo igual... Maldición.)

Mientras tanto, en los pasillos del hotel donde se hospedaban los alumnos, una de las quintillizas se disculpaba con su maestra por tener que quedarse.

— Lamento causarles problemas — Se disculpó Miku.

— Está bien, aunque es realmente una pena que fuera durante el viaje de estudio — Lamentó la profesora.

— Seguiré descansando en mi habitación — Indicó la joven mientras se acercaba a la puerta.

— Claro, avísame si te sientes mejor o necesitas algo — Mencionó la adulta mientras se retiraba — Oh, y ten cuidado. Al parecer hay alguien que toma fotos a escondidas en el hotel.

— Lo tendré... — Y dicho esto, la chica entró a su cuarto.

Una vez allí, la muchacha se quitó los auriculares y acomodó su cabello, revelando que en realidad era Nino.

— ¿Qué estas haciendo aquí? — Preguntó la verdadera Miku, quien aun permanecía triste.

— Oh, solo me hice pasar por ti por un momento — Contestó Nino mientras se colocaba sus dos cintas en el cabello — Hubiera sido demasiado extraño si dos hermanas se enferman al mismo tiempo.  

— No, me refiero a por qué estas aquí — Consultó nuevamente la chica.

— Te lo dije ayer por teléfono, ¿recuerdas? — Dijo la segunda Nakano — Hay algo de lo que debemos hablar.