[Konosuba x Go toubun] ¡Dios bendiga a estas maravillosas quintillizas! 2

30 - Guerra de hermanas

La fecha finalmente había llegado. Todos los alumnos de tercer año se encontraban abordando el tren bala llenos de emoción de comenzar su viaje escolar.

Aunque por otra parte, existían dos bandos que tenían otros sentimientos. Por un lado Kazuma, quién parecía bastante neutro con este tema del viaje, incluso durmiéndose al instante de subir al vagón. Por el otro estaban las quintillizas, quienes tenían planeado aprovechar al máximo este viaje para estar junto a la persona que amaban.

Aunque por el momento se encontraban en paz, jugando a las cartas para pasar el rato hasta llegar a Kioto.

— ¿Miku, te encuentras bien? — Preguntó Itsuki preocupada al ver a su hermana somnolienta.

— S-Sí... — Respondió la joven.

—  Te ves bastante cansada — Le susurró al oído Yotsuba — Parece que hoy te levantaste temprano para ir a algún lado.

— Así es — Afirmó por lo bajo la chica con auriculares — Le pedí a la panadería si me podían prestar un momento la cocina esta mañana. Cuando él coma esto, entonces yo podré...

— Has estado trabajando muy duro para este día, ¡así que te estaré apoyando hasta el final! — Animó Yotsuba con una sonrisa.

— Espero que aun tenga buen sabor, aunque esté un poco frio — Deseó Miku igual sonriente.

Lamentablemente esta conversación no pasó desapercibida para la hermana mayor, quien si bien no alcanzaba oír de lo que hablaban, intuía que podrían estar pactando algo.

— Oigan, tengo una idea para esta nueva ronda. Quien gane la siguiente mano puede ordenar a las otras hacer lo que quiera — Propuso Ichika — ¿Qué les parece?

— Lo que sea, ¿eh? Está bien — Aceptó Nino.

— No voy a perder — Se sumó Miku.

— B-Bueno, ¿por qué no? — Accedió igualmente Itsuki, quien notaba extrañas a sus hermanas.

— ... (Están todas tan emocionadas por el juego, ¿verdad?) — Se preguntó Yotsuba confusa.

Finalmente, luego de un extenso viaje, el tren llegó a su destino. Luego de bajarse, todos los alumnos escucharon atentamente las instrucciones de sus profesores, para luego dejarlos libres para visitar la ciudad como deseasen.

— Nosotros nos encargaremos de llevar su equipaje, así que no se preocupen por ello — Indicó uno de los maestros.

*Click*

Un pequeño ruido provocó que Nino se girase extrañada y mirase a su alrededor, aunque no vio nada extraño.

— ¿Sucede algo? — Preguntó Yotsuba.

— No, será solo mi imaginación — Respondió la segunda hermana — Como sea, ¿Dónde está Kazu-kun?

— Al parecer su grupo ya se fue — Indició Itsuki.

Las cinco hermanas se quedaron calladas durante unos segundos luego de escuchar esto.

— (Nadie dice que simplemente vayamos con ellos. Así que... todas debemos estar pensando en lo mismo) — Reflexionó Nino — Vamos a seguirlos.

Dicho esto, las quintillizas Nakano fueron tras Satou. Las cinco observaba como el joven se encontraba rezando en un pequeño santuario junto a sus demás compañeras.

— ¿Qué pediste, Kazuma? — Preguntó Megumin.

— Poder librarme de ustedes — Contestó el joven.