¿Grecia? ¿me estas escuchando?

Alcé mi rostro hacia la voz que luchaba por mi atención. Mel estaba caminando a mi lado con el rostro serio. A pesar de su ausencia en el momento de la noticia Mel estaba al corriente de todo lo sucedido. la información se dio a conocer rápidamente y aunque nadie le hubiese contado ya las fotos estaban en internet, era imposible que alguien no se hubiese enterado. Con respecto a todo lo demás que sucedió... bueno, el chisme se corrió rápido en el complejo. No olviden que vinimos de Freesmount.

Hábiles para guardar secretos, nefastos para callar un rumor.

Lo siento –me disculpé– Mi mente esta algo distraída.

Lo entiendo

Claro que ella me entendía, por primera vez todos estábamos en completa sintonía. Podía ver a mis compañeros y sentir que estaba frente a un espejo, nuestros rostros demostraban el cansancio, los nervios y la preocupación colectiva. Sin embargo, eso no pareció frustrar los planes del retiro. Incluso Mel se veía aún más decidida de realizar la cena de esta noche.

De hecho, fiel a su palabra, la rubia estuvo el resto de la tarde conmigo preparándonos para la gala. Varias veces nos topamos con algunos de los chicos, pero solo desviaron su mirada murmurando entre ellos.

Si, las cosas estaban muy tensas por aquí.

No volví a ver a Anya después de su pelea con Cassey. Supuse que era mejor darle espacio y tiempo a solas, después de todo se fue tan enojada con todos que dudaba que quisiera verme. Aun así, pasaría por su habitación después para confirmar que todo estuviera en orden.

¿Qué? Tampoco soy un monstruo sin sentimientos.

La discusión de esta tarde pareció afectar a Cassey, pero presentía que también tocó un punto sensible en Anya y pocas veces me equivoco.

Tampoco volví a ver a Jessica. Keith tuvo que suministrarle un calmante para estabilizarla, con el cual terminó dormida el resto del día. Estaba realmente alterada y nadie podía culparla o juzgarla. Hasta a una alma frívola y seca como la mía tendría pesadillas por esas imágenes.

El porque ella fue elegida para ser la receptora de aquel mensaje tan amenazante aún es un misterio para mí; misterio que me llenaba de mucha curiosidad. Jessica era una mujer sensible, dulce y un poco ingenua, era la única persona inocente en toda nuestra clase. La transfirieron en el último año escolar, para ese entonces ya todo el incidente había pasado, habíamos ocultado nuestras huellas y sobornado a las personas necesarias. Las consecuencias de nuestros actos ya se habían manifestado y todos juramos no hablar de ello por nuestra paz mental, por lo que Jessica siempre ha sido ajena a aquel gran incidente.

Sin embargo, hay muchos otros secretos de mis -no tan queridos- compañeros que son de conocimiento de Jessica. Pero en términos generales, ella estaba fuera del suceso mayor.

Entonces, ¿Por qué enviar ese mensaje justo a ella?

¿Casualidad? No lo creía posible.

¿Atacar a la más débil? Quizás.

Pero ¿Para qué tomarse tantas molestias con nosotros?

Si alguien supiera nuestros secretos solo debe exponernos ante las autoridades o a los medios.

Al menos, que quiera algo más.

Basta, Grecia –reprendió Mel deteniendo el paso

¿Mmm?

Te juro que puedo escuchar a tu cerebro pensar. Estas asustándome.

Lo siento –murmuré

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